El trabajo de Megan Roberts es ver las ciudades a través de su propia visión Rayos X. En calles por las que todos caminan, ella descubre, con sus ojos entrenados, sorprendentes secretos. Se trata de librerías pequeñas que guardan tesoros literarios, pasillos subterráneos o galerías de arte escondidas bajo departamentos.
Cómo descubrir los sitios secretos de tu ciudad
La directora de eventos de Atlas Obscura comparte sus consejos para encontrar las gemas ocultas de una urbe.

Roberts tiene que navegar continuamente entre el pasado y el presente. Según relata, en áreas urbanas que cambian rápidamente, las transformaciones del paisaje pueden llegar a ser vertiginosas. Pero en muchos casos la nueva construcción no conlleva demoler completamente lo que hubo antes. “Se construye encima [de los edificios viejos] pero eso no significa que lo que está debajo desaparece completamente”, dice. “Quedan algunos restos y sin duda [tienen] una historia que contar”.
Pero, para contarlas, hay que saber dónde buscarlas. Como organizadora de eventos para el sitio web Atlas Obscura, Roberts busca en casi todas partes. El evento anual más grande del sitio es Obscura Day, una celebración global de sitios sorprendentes. Este año el evento se da en el 16 de abril y consiste en más de 160 excursiones en más de 25 países.
Los viajeros interesados explorarán una prisión de la era soviética en Estonia, descenderán a una cantera de mármol en Italia, caminarán por encima de un submarino sumergido en el Coney Island Creek de Brooklyn durante la marea baja, se acomodarán en un mausoleo intrincadamente pintado en Oslo y recorrerán los restos desolados de la Aldea Olímpica de Beijing. En Latinoamérica, Buenos Aires, Tumbaco en Ecuador y Ciudad de México tendrán eventos para los curiosos que quieran participar.

Las excursiones enfatizan las múltiples maneras en que el mundo natural y el artificial se contrastan entre sí, para hacer que un lugar se sienta excepcionalmente excéntrico, encantador o esotérico. Según Roberts, lo que estos lugares tienen en común es su capacidad de provocar asombro tanto en lugareños como en turistas. Los organizadores se consideran “curadores de un museo sin paredes”. Cada ciudad es una colección que continuamente se amplía con nuevas piezas y que al mismo tiempo peinan los archivos en busca de tesoros que han sido pasados por alto.
A diferencia de otras iniciativas de turismo urbano que promocionan aventuras para los amantes de la adrenalina o que promueven una experiencia singular y “auténtica ”, los eventos de Atlas Obscura se centran en ver a una ciudad desde varios puntos para desentrañar sus múltiples perspectivas. “Mientras más uno lo busca, más uno lo encuentra”, dice Roberts.
El conocimiento compartido es una parte esencial de esa misión. Es importante “no ser demasiado egoísta con tus descubrimientos”, dice Roberts. No le ve el valor de coleccionar lugares fascinantes como si fueran secretos que se deben guardar. Aunque los eventos no son gratis y el espacio es limitado, Roberts no quiere evocar la pretensión que a veces forma parte de eventos exclusivos: su idea es evitar que los eventos se conviertan en lo que ella llama “un club para los chicos cool”.
Al mismo tiempo, Roberts está consciente del hecho de que algunos espacios son vulnerables o que sólo pueden acomodar grupos pequeños. Un aumento dramático en turismo puede tener consecuencias negativas en áreas que no están organizadas para acomodar a visitantes. Por ejemplo, tal como lo describió mi colega Aarian Marshall, un pueblo de pescadores en Irlanda, donde se rodó una escena final de la película más reciente de La guerra de las galaxias, no estaba preparado para turistas entusiastas que podrían aplastar tanto la ecología delicada de la isla como sus ruinas que data del siglo VII. La idea es que esto no suceda.
Pero, por otra parte, Roberts dice que los visitantes a veces pueden ofrecer donaciones, las que ayudan a pequeñas instituciones a mantener sus puertas abiertas. Y lo que es todavía más común: los turistas se encuentran con curadores o historiadores muy apasionados, quienes se sienten emocionados al poder describir su trabajo a un público fascinado que quizás no lo hubiera descubierto.
Para evocar la experiencia en cualquier lugar dado, Roberts recomienda entablar relaciones con los aficionados a la historia del lugar. Estos fanáticos son los que saben que “debajo de un restaurante popular en realidad existe un túnel que lleva a un salón antiguo”, dice Roberts. “Al tener una curiosidad genuina uno descubre que la gente está más que dispuesta a abrirle a uno puertas que normalmente están cerradas”.
Esta historia fue publicada originalmente en inglés en CityLab.Com.










