Un total de ocho personas fallecieron como consecuencia de la represión por la ola de protestas antigubernamentales en Venezuela. La mayoría de las víctimas eran muy jóvenes (la media de edad de todos ellos es de 23 años). Muchos son estudiantes que fueron alcanzados por balas de las fuerzas de seguridad o los colectivos, como se conocen a los grupos de paramilitares.