Por: Silvia Olmedo
Fobias sexuales
Existen más de 400 fobias sexuales, la mayoría de las veces surgen después de una experiencia traumática relacionada con el sexo.

Hace un par de años, la prensa internacional retomó la historia de Danielle Vincely, una británica que no podía tener sexo bajo techo. Eso que para muchos parecería una fantasía hecha realidad: una mujer dispuesta a vivir el peligro de tener relaciones sexuales al aire libre una y otra vez, para Danielle resultaba una pesadilla. La razón detrás de su negación a hacerlo en una cama es resultado de una extraña fobia sexual.
Existen más de 400 fobias sexuales que afectan a casi el 2% de la población adulta. La mayoría de las veces surgen después de una experiencia traumática relacionada con el sexo (así fue en el caso de Danielle que lo pasó muy mal durante su primera relación sexual), pero pueden deberse también a:
- Poca o nula educación sexual
- Baja autoestima
- Ideas religiosas ortodoxas
- Expectativas sobre el sexo muy altas y alejadas de la realidad
Las personas con fobias sexuales pueden buscar la forma de evitar enfrentarse a una situación en la que su miedo se vea expuesto. Muchas veces lo logran a la perfección y pueden engañar a sus parejas por años, alcanzando así una vida más o menos normal. Sin embargo, muchas veces su calidad de vida se ve afectada.
Algunas de las fobias sexuales más comunes son:
Erotofobia.
Miedo a todo lo relacionado con el sexo; las personas que la padecen, no soportan siquiera tener conversaciones sobre temas sexuales. Algunos incluso pueden llegar a desmayarse viendo una película pornográfica. La adopción de ideas negativas sobre el sexo durante la niñez está detrás de muchos de los casos.
Dishabiliofobia
Miedo a desnudarse frente a otro; generalmente los que lo padecen tienen problemas con aceptar su propio cuerpo, sobrepeso o alguna deformación física.
Afenfosfobia.
Miedo a ser tocado; el contacto físico les provoca angustia, no se sienten cómodos abrazando a alguien y protegen de forma exagerada su espacio. En la mayoría de las veces, fueron niños que no recibieron muestras físicas de afecto por parte de sus padres o que vivieron algún tipo de abuso.
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