LOS ÁNGELES, California.- José Inés García Zárate, el mexicano indocumentado que fue exonerado por homicidio en el caso por la muerte de la joven Kate Steinle en San Francisco -que detonó un debate migratorio a nivel nacional- deberá seguir en prisión mientras sigue su proceso federal por posesión de armas, ordenó una corte este lunes.
El mexicano indocumentado absuelto del asesinato de Kate Steinle seguirá en prisión
Después de ser transferido de una prisión de San Francisco a custodia federal durante el fin de semana, este lunes una corte determinó que José Inés García Zárate deberá permanecer en la cárcel mientras enfrenta su proceso federal por posesión ilegal de armas, cargos por los que podría pasar hasta 10 años más tras las rejas antes de ser deportado (por sexta vez) a México.
Por:Univision y AP
Flores y una fotografía de Kate Steinle fueron colocados en 2015 en el muelle de San Francisco para rendirle homenaje a la joven fallecida.
Imagen Paul Chinn/ San Francisco Chronicle vía AP
García Zárate se presentó ante una corte federal para enfrentar dos cargos por posesión ilegal de un arma. Los cargos fueron presentados después de que un jurado en San Francisco lo absolvió a finales del año pasado por la muerte de Steinle.
Menos de una semana después de ser declarado inocente del asesinato de la joven estadounidense, el mexicano fue imputado por un gran jurado federal por cargos relacionados con violaciones a la ley de inmigración y posesión de arma de fuego.
Si llega a ser condenado por estas acusaciones, enfrentaría hasta 10 años en una prisión federal antes de ser deportado a su natal México (por sexta vez).
Este inmigrante indocumentado, de 54 años, fue acusado en 2015 de matar a la joven de 32 años en el Muelle 14 de San Francisco, apenas meses tras salir de prisión y luego de haber sido expulsado del país cinco veces.
Antes del incidente con el arma, García Zárate había sido deportado cinco veces y pasado en total 17 años en cárceles de Estados Unidos por tres sentencias por reingreso ilegal al país, razón por la que el presidente Donald Trump usó su caso para justificar el endurecimiento de sus políticas migratorias y entablar una batalla contra las ciudades santuario.
El acusado declaró que halló el arma que mató a Steinle debajo de una banca en un muelle de San Francisco y que esta se disparó por accidente cuando la recogió. La Fiscalía argumentaba que el hombre disparó contra Steinle a propósito, mientras que la defensa buscaba probar que el mexicano no accionó el arma intencionalmente.
El fin de semana, el mexicano fue transferido de una prisión de San Francisco a custodia federal.
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