'Él dijo que ya se iba': Familiares de víctimas de asesinatos de Woodbridge describen relación con sospechoso

Los cuerpos de las víctimas del cuádruple asesinato ocurrido en Woodbridge, Virginia, fueron reconocidos este jueves por familiares, quienes también hablaron de la relación con el sospechoso, David Nathaniel Maine, quien era un inquilino del hogar donde ocurrió esta tragedia.

El reconocimiento de los cuerpos forma parte del protocolo de investigación, pese a que desde el lunes se identificaron como las víctimas al matrimonio de Miguel Duran y Kelly Sotelo, su hija Karrie Sotelo y Richard Rebollar, otro inquilino de la casa ubicada en la cuadra 5200 de Mansfield Ct.

Todos ellos son de origen peruano.

Este jueves también se leyeron los cargos a Maine, quien enfrenta cuatro acusaciones de asesinato y dos más por portación de arma para cometer un delito grave. No se descarta que se sumen más acusaciones a su proceso.

“Comiamos todos en la casa, todos muy contentos, nunca nadie dejó de reirse porque todo era risas”, expresó Helén Felipe, sobrina de Kelly Sotelo.

Desde el martes se montó un altar con fotografías, flores y veladoras afuera de la casa donde ocurrió esta tragedia con colaboración de familiares, amigos y vecinos.

Describen la relación del sospechoso con los demás inquilinos

Familiares de las víctimas describieron al sospechoso, David Nathaniel Maine, como una persona solitaria y que rara vez salía de su habitación.

“Él nunca saludaba y lo veía a él solo en su cuarto jugando videojuegos de guerra”, dijo Helén Felipe. “No abría su cuarto nunca”.

Maine estaba por dejar la casa, según la hermana de Kelly Sotelo.

“Sí, él dijo que ya se iba. Nunca fue violento, solo callado y no fue (el crimen) en represalia de nada porque mi hermana o sobrina o alguien nunca hizo nada”, expresó Ketty Felipe. “Nunca saludaba, pero no entiendo en sí qué pasó”.

El inquilino del sótano tenía solo dos meses en el país

Richard Rebollar, la única víctima sin lazos consanguíneos con el resto de esta tragedia, tenía solo dos meses de haber llegado a Estados Unidos.

Sus amigos lo recuerdan como un experto cocinero y bailarín, sin embargo, su vida quedó en manos de un homicida.

Rebollar tenía 36 años de edad y vivía en el sótano de la vivienda donde ocurrieron los crímenes.

Familiares y amigos están solicitando ayuda a través de sitios web de recaudación para dar cristiana sepultura en Estados Unidos a la familia de Kelly, Miguel y Karrie, mientras que la familia de Richard desea que su cuerpo sea repatriado a su natal Perú.

Con información de Jackeline Quijano.

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