WASHINGTON, D.C.- Mientras en la capital del país se diseñan obras para que sea una de las mejores del mundo, los encargados de hacerlas no asisten a trabajar por miedo a los operativos migratorios ordenados por el presidente Donald Trump, dejando así construcciones paralizadas.
Construcciones en DC avanzan lento: trabajadores no asisten por miedo a redadas migratorias
La falta de trabajadores afecta a la industria de la construcción, poniendo en riesgo algunos de los proyectos importantes de la capital del país.

Una de las órdenes ejecutivas del presidente fue embellecer Washington DC, por su parte la alcaldesa Muriel Bowser logró un proyecto de ley para regresar a los Commanders a la capital estadounidense, algo que además traería viviendas a bajo costo y un centro comercial. La pregunta en el aire es: ¿cómo se logrará todo sin trabajadores de la construcción?
Y es que de acuerdo con información de Associated General Contractors of America (AGC), el 92% de las empresas dedicadas a la construcción o los contratistas, tienen dificultades para conseguir personal calificado en el país.
La falta de personal está afectando la industria de la construcción, la cual está nutrida principalmente por migrantes y en muchos de los casos indocumentados, quienes tras dar forma a los proyectos más importantes de la nación, ahora son el blanco de los operativos migratorios.
De acuerdo con información de Forum Togheter, el 30% de los trabajadores de la construcción en EEUU son inmigrantes, siendo los provenientes de Centro y Sudamérica quienes más realizan este tipo de trabajo. En algunos estados (como Texas y California) el porcentaje de personas ocupadas en esta labor aumenta.
Impacto en DC
La falta de trabajadores, impulsada por el temor a operativos migratorios, está obligando a contratistas a replantearse su presencia en la ciudad. Algunos consideran reducir sus operaciones en Washington D.C. o trasladarse a estados vecinos como Maryland o Virginia, donde perciben menor riesgo para sus empleados.
“¿Cómo se va a construir el salón de baile de Trump?”, se preguntó con ironía un contratista local, aludiendo a la paradoja entre los grandes proyectos en marcha y la falta de mano de obra para ejecutarlos.
El temor a ser detenidos por las autoridades migratorias ha alterado radicalmente la rutina de cientos de trabajadores latinos.
Algunos dejaron de conducir camionetas con herramientas visibles, otros evitan el transporte público y muchos optan por compartir autos para no llamar la atención. Acciones simples como comprar materiales en tiendas como Home Depot o Lowe’s se han convertido en riesgos potenciales.
Incluso los empresarios han comenzado a tomar precauciones. Según El Tiempo Latino, un contratista de Maryland reveló que ya no coloca letreros con el nombre de su empresa en obras dentro de DC para no atraer la atención de las autoridades.
En Virginia, el escenario es similar. Un contratista reportó que dos de sus trabajadores fueron detenidos recientemente; uno fue deportado, mientras que el otro simplemente “desapareció del radar”.
40% de arrestos en DC ligados a migración
Desde el gobierno federal, funcionarios han insistido en que no existe una política discriminatoria contra comunidades inmigrantes. Tricia McLaughlin, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), declaró que el criterio para realizar arrestos es “estar ilegalmente en los Estados Unidos”.
Por su parte, Abigail Jackson, vocera de la Casa Blanca, defendió las redadas en Washington afirmando que la mayoría de los detenidos “tenían antecedentes penales o órdenes de arresto activas”.
Sin embargo, los datos muestran una realidad más compleja. Según CBS News, casi el 40% de los más de 3,500 arrestos realizados en DC hasta el 29 de septiembre de 2025 estuvieron relacionados únicamente con temas migratorios, sin cargos criminales adicionales. Esta cifra alimenta la percepción de una campaña de vigilancia desproporcionada hacia la comunidad latina.
El miedo traspasa fronteras legales
Aunque los operativos apuntan a inmigrantes indocumentados, el miedo no distingue estatus migratorio. “No importa si tienes papeles o no, si pareces latino o hablas con acento, puedes ser detenido”, explicó a Axios un trabajador hispano que pidió mantener el anonimato.
Esta situación ha generado un ambiente de paranoia e incertidumbre en los lugares de trabajo. Para muchos, el simple hecho de acudir a una obra es ahora una fuente constante de ansiedad.
Impacto económico: más allá de la obra
La crisis laboral llega en un momento crítico. DC aún enfrenta los efectos económicos de la pandemia, y ahora debe enfrentar una “tormenta perfecta” compuesta por inflación, altos costos de materiales, retrasos en permisos y escasez de trabajadores. Todo esto podría encarecer aún más los proyectos de construcción, retrasar entregas y frenar el desarrollo urbano.
“Sin trabajadores, no hay ladrillos. Y sin ladrillos, no hay ciudad”, resume un contratista.
Los consumidores también sentirán el impacto: aumentos en el precio de viviendas, reformas y obras públicas son solo algunas de las consecuencias que ya comienzan a materializarse.
¿Has sido testigo de alguna situación migratoria? Compártelo con nosotros en Repórtalo.
Únete a nuestro canal de WhatsApp: Haz clic aquí para estar al tanto de las noticias de tu comunidad.

















