MONTEREY, California. – Un juez del condado de Monterey encontró culpable a Leonardo Ramírez Jr, de 28 años, de violar con exceso de violencia a una niña de 10 años durante un robo domiciliario, un caso que se prolongó por tres años y fue resuelto gracias a la tecnología del ADN.
Violó a su prima menor de edad y años después el ADN de su mascarilla lo delató
Leonardo Ramírez Jr., de 28 años, fue encontrado culpable por violar a una niña de 10 años durante un robo domiciliario ocurrido en 2018.

La coincidencia del ADN se pudo obtener gracias a un cubrebocas que el detenido desechó en una estación de Policía cuando era entrevistado por las autoridades por otro delito no relacionado.
Se espera que Ramírez Jr, residente de King City y además pariente político de la víctima, reciba una sentencia de prisión por vida sin la opción de salir bajo libertad condicional debido a varias agravantes que el jurado del caso determinó verídicas, entre ellas el uso de un arma de fuego contra una menor de edad y causarle daño corporal con fines lascivos.
“Este fue un caso largo donde la víctima, actuando por su instinto, llevó a la Policía a dar con el presunto violador, lo que concluyó con su arresto y sentencia”, dijo en un comunicado Alan Barcelona, presidente de la Asociación de Agencias del Orden de California.
El brutal ataque
Cerca de las 7 am del 3 de febrero de 2018, la víctima, entonces de 10 años, despertó en su recámara para vivir la pesadilla de encontrar un hombre enmascarado en su habitación.
Leonardo Ramírez llevaba puesta una máscara que le cubría el rostro entero, guantes, una capucha negra y sostenía en una mano una pistola. Tan pronto como la niña se disponía a gritar, le cubrió la nariz y boca para luego apuntar el arma hacía su cabeza. “Cállate”, le dijo a la menor envuelta en pánico, a quién después violó.
Por más de dos años, investigadores de la Policía entrevistaron y tomaron muestras de ADN de múltiples sospechosos, pero ninguno arrojó coincidencias con el ADN de Ramírez recuperado de la escena del crimen.
Pese a que la muestra del entonces sospechoso ya se encontraba en una base de datos del FBI, los detectives no contaban con una sola pista clara que los llevará a identificarlo o dar con su paradero.
Sin embargo, en febrero de 2020 una corazonada de la víctima llevó a la captura de violador. La menor recibió una notificación en su cuenta de SnapChat de que había sido agregada por Ramírez Jr, quien es su primo político.
La diferencia de edad entre ambos despertó sospechas en la menor, quien le comentó a los detectives que su familiar tenía un acento y una complexión similar a la de la persona que la violó.
Cómo consiguieron el ADN
Por varios meses, los detectives que llevaban el caso intentaron ingeniar un método para obtener el ADN de Ramírez sin que él lo supiera y poder compararlo con el que recuperaron el día de la violación.
Casi un año después, en mayo de 2020, la Policía de King City concertó una cita con Ramírez Jr. bajo el pretexto de hablar sobre la investigación de un robo que no estaba relacionado al cometido el día de la violación.
Cuando Ramírez entró al Departamento de Policía, donde ya estaban activos los protocolos para prevenir la transmisión del coronavirus, los detectives le ofrecieron una mascarilla quirúrgica y le pidieron que tirara la suya a la basura. Los oficiales hicieron lo mismo con sus cubrebocas para no despertar sospechas.
Lo que el sospechoso no sabía, era que el bote de basura donde arrojó su mascarilla usada estaba cubierto con una bolsa especial para recolectar evidencia. De inmediato, la Policía envió el cubrebocas un laboratorio especializado en obtener pruebas de ADN de sospechosos.
Apenas 10 días después y con la ayuda del Departamento de Justicia de California, los detectives pudieron confirmar que Ramírez Jr. era en efecto el violador.











