Una pareja de cubanos con I-220A está pidiendo porque no los deporten. Él enfrenta una condición que le empezó en Cuba y la cual vino a tratarse en los Estados Unidos, y depende de su esposa para poder mantenerse.
Hispano que recibió en Miami un trasplante único en el mundo pide que no deporten a su pareja
Alejandro Cuevas recibió en el Hospital Jackson Memorial de Miami-Dade el transplante de cinco de sus órganos, en un tratamiento que solo se realiza en 5 centros médicos del país. Ahora su pareja, quien es la que se encarga de mantenerlo mientras se recupera de la delicada intervención, están enfrentando una posible deportación.
Alejandro Cuevas, de 36 años, fue diagnosticado con una mutación genética que le provocó tres grandes tumores en el abdomen, una condición que se agravó tras salir de Cuba, donde ya le habían removido el colon.
“Me decían que yo tenía una bomba de tiempo en mi abdomen, que en cualquier momento podía perder la vida”, explicó Alejandro.
Después de estar al borde de la muerte y tener sangrado constante, hace cuatro meses recibió un trasplante multivisceral, en Miami.
El trasplante multivisceral es una cirugía muy compleja, y el Hospital Jackson Memorial es el uno de tan solo cinco centros médicos en EEUU que tiene la capacidad de realizarlo. En el caso de Alejandro, cinco de sus órganos les fueron trasplantados.
Hoy, su cuerpo aún batalla por adaptarse a los órganos donados.
“Es algo muy grande, es un milagro lo que han hecho, Dios primero y después estos doctores que me atienden”, dijo Alejandro.
Él y su esposa Yaisely llegaron a Estados Unidos en el 2022, huyendo de Cuba y buscando la atención médica que allí no tenía. Ambos cruzaron frontera y fueron liberados con una I-220A.
“Yo lo que pido simplemente es una oportunidad de poder contribuir a la sociedad, y en este momento de poder darle los cuidados a mi esposo que lo necesita tanto”, dijo Yaisely.
“Nosotros no tenemos ningún tipo de intención de volver a esa dictadura”, agregó Alejandro.
El año pasado, debido a su estado crítico, Alejandro recibió parole humanitario. Pero su esposa, su única cuidadora y sostén, no.
Ella es terapista de conducta, tiene permiso de trabajo, paga seguro médico por ambos, pero vive con la incertidumbre constante de ser detenida en una corte de inmigración.
“Cuando uno sale y está manejando a veces largas distancias sientes ese miedo de que en algún momento puedas toparte con la policía, con la gente de inmigración”, dijo Yaisely.
Pero la audiencia celebrada el viernes pasado en una corte federal abre una nueva luz de esperanza para ellos y para miles de cubanos con I-220A.
De lograrse un fallo favorable, esta decisión podría marcar un precedente histórico, aunque los expertos piden esperar.
“No quiero que nadie salga corriendo a aplicar a nada, porque no tenemos una decisión aún”, dijo el abogado de inmigración, José Guerrero.
La corte federal aún no ha emitido un fallo. Mientras los jueces analizan el caso, abogados recomiendan a los cubanos con I-220A mantenerse informados, evitar problemas legales y esperar una decisión que podría conocerse en los próximos meses.




