PLACERVILLE, California. — A poco más de un año que se encontró el cuerpo de Roman López, un niño de 11 años, autoridades locales anunciaron el arresto de su padre y madrastra en conexión con abusos que llevaron a su muerte, e informaron por qué la investigación duró tanto tiempo.

Jordan Piper, de 36 años, y Lindsey Piper, de 38 años, fueron detenidos bajo múltiples cargos relacionados con el descubrimiento del cuerpo de Roman el 11 de enero de 2020.

Ese día, la Policía de Placerville informó que Roman fue reportado como desaparecido, y tras una extensa búsqueda por la zona, su cuerpo fue encontrado unas horas después, y los oficiales llamaron a su muerte "sospechosa".

Por un año, la Policía, así como el Alguacil del condado El Dorado, dijeron que la investigación continuaba, y este 4 de febrero informaron sobre el arresto de los Piper y las circunstancias en las que encontraron a Roman.

Según las autoridades, investigadores encontraron el cuerpo de Roman adentro de un contenedor en el sótano de la vivienda donde él vivía con sus padres y otros siete menores de edad. La casa está ubicada en la cuadra 2800 de la calle Coloma, en Placerville.

La autopsia no mostró señalamientos de trauma, pero sí hubo indicaciones de que él estaba malnutrido y deshidratado.

Las autoridades dijeron que la investigación tardó mucho tiempo debido a la cantidad de evidencias, el trabajo en conjunto con profesionales médicos, el hecho de que la familia se mudaba con frecuencia y estuvo en contacto con múltiples agencias, y porque involucró agencias del orden de otros estados.

El fiscal del condado El Dorado acusa a Jordan y Lindsay Piper bajo el cargo de abusos que pueden producir graves lesiones corporales o la muerte y el cargo de tortura. Además, Jordan Piper enfrenta un cargo de negarse a proveer para un menor, y Lindsey Piper enfrenta un cargo de envenenamiento.

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Jordan Piper tenía custodia legal de Roman y vivía en Placerville con Lindsey Piper, quien era la madre biológica de algunos niños en la casa y tenía custodia legal de otros. La familia se mudó de Michigan a California durante el otoño de 2019 luego de que el padre de Roman consiguió un nuevo trabajo.

Durante los días después del descubrimiento del cuerpo de Roman, medios locales reportaron que servicios sociales removieron temporalmente a otros siete niños de la casa, y que su madre biológica viajó de Wisconsin tras haberse enterado de su muerte a través del internet.