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Casa Blanca

EEUU se prepara para un inminente choque entre la Casa Blanca y la Cámara de Representantes republicana

Mientras los republicanos acusan al presidente Joe Biden de poca transparencia en el caso de los documentos clasificados encontrados en su residencia y oficinas, la Casa Blanca responde acusándolos de hipócritas y señalando que donde no hay transparencias es en los acuerdos secretos hechos por Kevin McCarthy para lograr la presidencia de la Cámara de Representantes.
Publicado 22 Ene 2023 – 07:55 AM EST | Actualizado 23 Ene 2023 – 08:10 AM EST
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La Casa Blanca inició un nuevo capítulo en lo que parece ser un inminente choque con la nueva mayoría republicana en la Cámara de Representantes pidiendo al presidente de ese cuerpo legislativo, Kevin McCarthy, que “se sincere” y explique cuáles fueron los acuerdos secretos que hizo para lograr los votos que necesitaba para alcanzar el liderazgo.

Este primer salvo en el enfrentamiento entre el poder ejecutivo y el legislativo presagia lo que se espera que sea un año conmocionado, en el que la confrontación principal será la batalla por el aumento del techo de la deuda del país. En caso de no lograrse un pacto entre lo que parecen ser enemigos irreconciliables, la actividad del gobierno se paralizará y Estados Unidos podría incumplir con el pago de sus compromisos, afectando su clasificación crediticia, como ocurrió en 2011.

Uno de los portavoces de la Casa Blanca Andrew Bates aseguró en una declaración al medio especializado Politico que “un aumento de impuestos sin precedentes para la clase media y una prohibición nacional del aborto son apenas un asomo a los acuerdos secretos que hizo el presidente McCarthy con los miembros extremistas de ese partido para poner fin a las caóticas elecciones de este mes y reclamar el mazo”.

"Es hora (....) que le digan al pueblo estadounidense, en su totalidad, que fue lo que decidieron en secreto”, agregó Bates en referencia al prolongado y tenso proceso de elección del líder de la Cámara Baja, que tuvo lugar a inicio de enero.

Después de tres días y quince rondas de votos, McCarthy resultó victorioso, no sin antes hacer importantes concesiones a la pequeña banda de representantes de la extrema derecha del Partido Republicano que estaban votando en su contra.

Choque de trenes

El esfuerzo de la Casa Blanca en encasillar a McCarthy como un líder débil y en deuda con las facciones más extremas de su partido responde a una estrategia del presidente Joe Biden para utilizar las promesas republicanas más radicales, imposibles de concretarse sin el acuerdo del Senado o del presidente, como un arma en contra de los propios republicanos.

Entre esas promesas se encuentran la prohibición federal al aborto, así como una legislación para abolir el Servicio de Rentas Internas (IRS en inglés), reemplazar los impuestos sobre la renta más progresivos con un impuesto nacional a las ventas y recortes presupuestarios en educación, seguridad social y Medicare.

McCarthy asegura que no hizo ningún acuerdo formal a cambio del respaldo de la extrema disidente, aunque los propios representantes de esa ala han dicho que recibieron ciertas promesas del nuevo presidente de la Cámara Baja.

Estos representantes incluso han señalado que la aprobación de tres proyectos de ley antiaborto, así como la conformación de un subcomité selecto que prometió una investigación de gran alcance de las agencias gubernamentales y funcionarios que han investigado e investigan a Donald Trump, son el resultado directo de sus presiones sobre el nuevo liderazgo de la Cámara de Representantes.

Aumento del techo de la deuda

La nueva mayoría republicana aprobó el nuevo reglamento que elimina una medida instaurada por los demócratas que había permitido a la Cámara Baja enviar automáticamente al Senado una medida que amplía el techo de la deuda pública cada vez que se adoptaba una resolución presupuestaria.

De esta manera los demócratas habían evitando una votación directa sobre el aumento del techo de la deuda, protegiendo el funcionamiento del gobierno de rencillas partidistas como las que llevaron a la paralización del gobierno en 1995, 1996 y 2013, con presidentes demócratas y ambas cámaras republicanas.

Se espera que el actual Congreso tenga que actuar sobre el techo de la deuda en algún momento durante la primavera o el verano, por lo que la eliminación de esta regla le da a los republicanos el poder de impedir que esto ocurra.

El desproporcionado poder del ala radical de los republicanos ha creado dudas sobre la habilidad de McCarthy para lograr un acuerdo. Los republicanos de línea dura ven la posibilidad de un incumplimiento como una herramienta para obligar al gobierno a recortar el gasto.

McCarthy dijo el domingo que este es un buen momento para “ver los lugares en los que podemos cambiar nuestro comportamiento” porque “lo que vamos a hacer es llevar a la bancarrota a este país”.

Pero la Casa Blanca dijo la semana pasada que no ofrecería ninguna concesión ni negociaría para aumentar el techo de la deuda, creando el escenario para una confrontación histórica.

Casa Blanca a la ofensiva

Bates advirtió también que las iniciativas que hasta ahora ha anunciado la nueva mayoría republicana en la Cámara de Representantes “remodelarían fundamentalmente nuestra economía de una manera devastadora para las familias trabajadoras y criminalizarían a las mujeres por tomar sus propias decisiones de atención médica”, como el caso del aborto.

El portavoz dijo que los republicanos en la Cámara Baja “también están planeando hundir la economía en el caos y tomar como rehenes millones de empleos estadounidenses y planes 401k, a menos que puedan recortar Medicare”.

Los ataques de la Casa Blanca contra McCarthy y contra los objetivos políticos de los republicanos de la Cámara de Representantes se producen en medio de las críticas contra Biden por el manejo del caso de los documentos clasificados de sus días como vicepresidente, encontrados recientemente en sus oficinas y residencias.

A pesar del nombramiento por parte del Departamento de Justicia de Robert Hur, un exfiscal federal de Maryland nominado por el entonces presidente Donald Trump, como fiscal especial para investigar el caso, los republicanos pasaron el fin de semana atacando al presidente y exigiendo más transparencia.

La Casa Blanca respondió con acusaciones de hipocresía contra los republicanos, quienes se han comprometido a investigar rigurosamente el caso de Biden sin hacer demandas similares a Trump.

Los demócratas señalan que el caso de Trump implica cientos de documentos secretos y la negativa del expresidente de devolverlos, mientras que en el caso de Biden son solo unas decenas de papeles y su devolución fue inmediata.

Sin embargo, cuestionan que los republicanos no han hecho ningún tipo de demanda o crítica al exmandatario.

Las cartas de los republicanos

En una carta dirigida al jefe de gabinete de la Casa Blanca, Ron Klain, el presidente del comité de supervisión de la Cámara Baja, James Comer, solicitó más documentos y comunicaciones relacionados con las búsquedas en las casas de Biden y otros lugares por parte de los asistentes del presidente en busca de documentos clasificados, así como el registro de visitantes en la casa del presidente en Wilmington, Delaware, entre el 20 de enero de 2021 hasta el presente.

Comer, un representante republicano por Kentucky, criticó al presidente el fin de semana pasado por la manera poco transparente en que se ha manejado el tema de los documentos clasificados.

La carta de Comer es solo una de varias pidiendo materiales para iniciar investigaciones diversas contra el presidente y algunos de sus colaboradores como el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorcas.

Entre estas cartas se encuentra una, también enviada por Comer, solicitando al Departamento del Tesoro información financiera sobre transacciones realizadas por miembros de la familia del presidente.

Ian Sams, portavoz de la oficina legal de la Casa Blanca, dijo en una conferencia de prensa telefónica que funcionarios de esa oficina están revisando las cartas de los miembros del Congreso y tomarán una determinación sobre cómo responder a los esfuerzos de supervisión.

Biden, por su parte, ha dejado su defensa en manos de cercanos colaboradores y se ha dedicado exclusivamente a atacar a los republicanos, a quienes fustigó por tratar de aumentar los impuestos a los trabajadores mientras se esfuerzan para reducirlos a los más ricos.

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