La muerte del espía convicto Juan Pablo Roque deja un sabor agridulce en los exiliados cubanos. Para las familias de los pilotos de Hermanos al Rescate, quienes murieron pulverizados en el aire gracias a la información que Roque envió a Cuba, no celebran su muerte, pues p refieren que hubiera enfrentado a la justicia en Estados Unidos.
Muere en Cuba espía que se infiltró en la organización Hermanos al Rescate
Juan Pablo Roque el espía cubano acusado de dar la información al régimen que terminó con el derribo de una de las avionetas de Hermanos al Rescate, murió en La Habana, según confirmó su hija desde la isla, a los 70 años.

Roque, quien como espía logró burlar al FBI, a la CIA y al exilio cubano, murió hace tres días en La Habana, tras someterse a una operación a corazón abierto. La noticia la confirmó su hija, desde Cuba.
Roque fue convicto en el juicio a la Red Avispa, por conspirar para asesinar a los cuatro pilotos de Hermanos al Rescate, en febrero de 1996.
Fue acusado de ser quien dio la información a Cuba sobre las coordenadas; la inteligencia cubana le alertó que no volara ese día.
Escapó de Miami dejando atrás no solo a sus amigos muertos en el estrecho de Florida, también a su esposa, Ana Margarita Martínez, una ciudadana americana con la que se casó por orden de los servicios de inteligencia de la isla, que la usaron como carnada para labores de espionaje contra el exilio cubano.
“De sentir así, solamente el hecho de que falleció sin haber habido justicia en las cortes estadounidenses, justicia por la traición, los muertos, los Hermanos al Rescate, las familias de las víctimas de Hermanos al Rescate, y la traición hacia todo el exilio cubano”, dijo Ana Margarita Martínez.
Para Martínez, enterarse de que su esposo en realidad era un espía, marcó para siempre su vida.
La muerte de Juan Pablo Roque ocurre días después de que el gobierno de EEUU anunciara cargos contra Luis Raúl González Pardo, un piloto que iba a bordo del tercer MIG que participó en la operación en la que derribaron las avionetas de Hermanos al Rescate, y aunque no disparó, sí persiguió a la avioneta donde viajaban Silvia Iriondo y José Basulto.
González Pardo, quien entró a los Estados Unidos con parole humanitario, está acusado de fraude migratorio.



