En reacción a las protestas registradas en varias ciudades a través de los Estados Unidos como secuela a los asesinatos de George Floyd y de Breonna Taylor, la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz Soto, instó a los puertorriqueños a reflexionar sobre el racismo y la discriminación que se vive en Puerto Rico.
Ordenan banderas a media asta por muerte de Floyd, mientras boricuas repudian el racismo en el Viejo San Juan
Las banderas del municipio estarán a media asta por 46 días por orden de la alcaldesa Carmen Yulín, uno por cada año de la vida de George Floyd.

“Las expresiones de solidaridad son importantes y necesarias. Cada uno de nosotros puede unirse, desde su propio espacio, en un gesto que deje claro que no vamos a seguir tolerando el racismo, la homofobia, la brutalidad policiaca, la categorización racial y el discrimen”, afirmó.
Informó asimismo que como un gesto de solidaridad, las banderas del municipio estarán a media asta por 46 días, uno por cada año de la vida de George Floyd.
“En San Juan nos hemos esforzado por construir una ciudad de inclusión para todos, y cuando uno de nosotros sufre esta injusticia, la sufrimos todos”, sostuvo.
“No podemos hablar sobre lo que está pasando en Estados Unidos sin reflexionar en lo que está pasando en Puerto Rico. Tenemos que romper de raíz el discrimen en todas sus manifestaciones y enfrentar lo que eso supone en nuestra sociedad. La brutalidad policiaca es una de esas manifestaciones del racismo institucional que es hora ya que terminemos. Un cambio verdadero es lo que necesitamos”, dijo Cruz Soto.
Concluyó que “nuestro objetivo debe ser vivir en una sociedad donde en lugar de escuchar una y otra vez que descanse en paz, podamos simplemente vivir en paz”.
Boricuas se manifiestan frente a La Fortaleza
A medida que miles de manifestantes han copado las calles de diversas ciudades en Estados Unidos, los puertorriqueños llegaron a las calles del Viejo San Juan, precisamente frente a La Fortaleza, para repudiar los actos contra el racismo.
Pese a que la mayor parte de la manifestación ocurrió con tranquilidad, a horas de la noche, luego del toque de queda, protestantes comenzaron a sacar los adoquines icónicos de la ciudad para lanzarlos a los policías que mantenían una barricada.
Fue un acto similar a lo que ocurrió el verano de 2019, cuando miles de manifestantes llenaron por 14 días las calles de la capital para exigir la renuncia del exgobernador Ricardo Rosselló Nevares.
Al mismo tiempo, vándalos escribieron las paredes de varios negocios repudiando, además, la firma de la gobernadora al Código Civil.


















