Rashon Nelson y Donte Robinson, los dos jóvenes afroamericanos que fueron expulsados de un Starbucks el pasado fin de semana en Filadelfia por no haber consumido nada, decidieron dar a conocer este jueves su versión de los hechos.
Jóvenes arrestados en Starbucks fueron a una cita de negocios que les iba "a cambiar la vida"
Rashon Nelson y Donte Robinson, de 23 años, fueron esposados y llevados a la comisaría tras estar en un local sin pedir nada mientras esperaban a otra persona. El incidente ha obligado a la compañía a disculparse.

En una entrevista con la cadena ABC revelaron que los dos fueron a una cafetería de esta conocida cadena para tener una cita de negocios con otra persona. Sin embargo, acabaron esposados y expulsados del local, un hecho que quedó grabado y provocó fuertes críticas contra Starbucks por un comportamiento racista.
Nelson indicó que habían estado trabajando en ese encuentro durante varios meses y ya se encontraban "a solo unos días de cambiar nuestra situación, nuestras vidas". Sin embargo, nada terminó como esperaban los dos jóvenes de 23 años, que acabaron arrestados y trasladados a una comisaría acusados de allanamiento.
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Todo comenzó cuando los dos afroamericanos llegaron a la cafetería y Nelson pidió permiso para ir al baño. Un trabajador le indicó que su uso estaba reservado a los clientes, por lo que decidieron sentarse en una mesa a esperar a que llegara la otra persona con la que iban a reunirse. Sin embargo, nunca pudieron verla porque fueron esposados.
Según su versión, todo ocurrió muy rápido. Al poco tiempo de haberse acomodado, vieron que varios policías entraban en el local. Un empleado había llamado al 911.
"Yo pensé 'no pueden estar aquí por nosotros'", dijo Robinson durante la entrevista. " La verdad es que no me di cuenta de lo que estaba pasando, que era verdad, hasta que me pusieron las esposas con las manos en la espalda", recalcó.
"Entiendo que las reglas son las reglas, pero lo que es correcto es correcto y lo que está mal está mal", añadió Robinson.
Los jóvenes fueron efectivamente arrestados, sin que ellos presentaran ningún tipo de resistencia. El momento fue grabado por Melissa DePino, una mujer que publicó las imágenes en su cuenta de Twitter. En el mensaje ella misma se preguntaba el porqué no les ocurría lo mismo a los clientes blancos cuando hacían lo mismo.
@Starbucks The police were called because these men hadn’t ordered anything. They were waiting for a friend to show up, who did as they were taken out in handcuffs for doing nothing. All the other white ppl are wondering why it’s never happened to us when we do the same thing. pic.twitter.com/0U4Pzs55Ci
— Melissa DePino (@missydepino) April 12, 2018
Mejor motivarse que traumatizarse
El video, que ya lleva más de 11 millones de reproducciones, se volvió viral y numerosas personas comenzaron a manifestarse frente al local donde ocurrieron los hechos acusando a la empresa de una actitud racista.
El hecho no tardó en llegar a los medios de comunicación. Como una primera medida, la compañía anunció que la empleada que llamó a la policía ya no trabaja en el local, aunque se desconocen las circunstancias del despido. Pero las protestas y la indignación alcanzaron tal nivel que hasta el presidente de Starbucks, Kevin Johnson, tuvo que disculparse.
"Quiero asegurarme que esta situación no se repite más", dijo Robinson en ABC. "Lo que quiero para un joven o para los jóvenes es que no se traumaticen por esto, sino que se sientan motivados, inspirados", continuó.
Un abogado que representa a los dos afroamericanos reveló que la compañía está de acuerdo con su intención de que un juez federal retirado ejerza como mediador. Los cargos de los que se les acusó a los jóvenes ya fueron retirados.
Tras el incidente, y ante la ola de indignación que despertó la expulsión, Starbucks anunció que, como medida para evitar este tipo de comportamientos, el próximo 29 de mayo cerrará sus más de 8,000 tiendas por todo el país para dar cursos de educación sobre prejuicios raciales a sus empleados.
El Departamento de Policía de Philadelphia se vio obligado dar su versión de los hechos.
El comisionado Richard Ross defendió la acción de sus agentes y dijo que estos "no habían hecho absolutamente nada malo", porque cumplieron con su obligación al responder una llamada en la que se les dijo que los hombres "estaban invadiendo propiedad privada" y se negaban a abandonar el local tras haberles pedido que lo hicieran.
En su explicación, Ross señaló que los empleados de Starbucks aseguraron que los sujetos habían pedido usar el baño, pero no se lo permitieron pues no habían comprado nada y eso hace parte de una política de la empresa.



























