Departamento de prisiones introduce programa de doulas para mujeres encarceladas en Pensilvania

Las doulas están capacitadas para brindar a las personas apoyo físico, emocional y educativo durante el embarazo y el parto. Se han relacionado con mejores resultados en el parto al reducir la probabilidad de complicaciones en el parto y ayudar a tratar la depresión posparto.

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Las mujeres encarceladas tienen más probabilidades de experimentar enfermedades y dolencias que las que están afuera. Y las reclusas embarazadas son particularmente vulnerables, a menudo con menos acceso a la atención prenatal. Los funcionarios de Pensilvania esperan combatir el problema con un nuevo programa que conecta a las reclusas embarazadas en SCI Muncy con servicios de doula.

Las doulas están capacitadas para brindar a las personas apoyo físico, emocional y educativo durante el embarazo y el parto. Se han relacionado con mejores resultados en el parto al reducir la probabilidad de complicaciones en el parto y ayudar a tratar la depresión posparto.


Los servicios de doula son particularmente beneficiosos para las poblaciones vulnerables, como los padres primerizos o aquellos con menores ingresos o barreras idiomáticas. Las doulas pueden abogar en nombre de la madre para comunicar mejor sus necesidades durante y después del parto con los médicos.

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Siete mujeres en SCI Muncy están actualmente inscritas en el programa, y Genesis Birth Services, con sede en Williamsport, brinda servicios de doula. Al lanzar el programa dentro de la prisión, el Departamento de Correccionales espera reducir el trauma de las familias provocado por la separación y el encarcelamiento, según el secretario interino George Little.

“Las doulas aportan un conjunto de habilidades y una experiencia únicas y valiosas que las convierten en una adición bienvenida al equipo de atención médica de SCI Muncy”.

El Departamento de Servicios Humanos del estado brindará asistencia para pagar el cuidado de niños, visitas domiciliarias y otra asistencia financiera a través del programa. El programa piloto recibió apoyo financiero de la Fundación Tuttleman.