DALLAS, Texas. Mientras muchas familias en el norte de Texas se preparaban para la Navidad, agentes federales cerraban una investigación vinculada al terrorismo.
De Texas al Medio Oriente: cómo un joven terminó bajo la lupa del FBI días antes de Navidad
La investigación del FBI comenzó en redes sociales y terminó con un arresto en Texas. Un joven de 21 años es acusado de intentar ayudar a ISIS, según documentos judiciales.
El 22 de diciembre, un joven de 21 años fue arrestado en Midlothian tras una operación encubierta del FBI.
Según documentos judiciales obtenidos por Univision, el motivo no fue un delito local ni una pelea doméstica, sino un presunto intento de apoyar con dinero y materiales a ISIS, un grupo terrorista a miles de kilómetros de distancia.
El acusado fue identificado como John Michael Garza Jr.
La acusación se presentó un día después ante una corte federal del norte de Texas.
No se le atribuye un ataque ni víctimas directas.
El caso gira en torno a la radicalización en línea y el llamado apoyo material.

¿Qué es el Estado Islámico?
ISIS, también conocido como Estado Islámico, es una organización extremista violenta designada como terrorista por Estados Unidos desde 2014.
Su historia está marcada por atentados, ejecuciones públicas y una maquinaria de propaganda que ha sabido moverse en las redes sociales.
Plataformas como Instagram y servicios de mensajería se han convertido en espacios donde el extremismo busca simpatizantes lejos de los campos de batalla.
El inicio en una pantalla
De acuerdo con la declaración jurada, la investigación comenzó en octubre de 2025.
Agentes detectaron una cuenta de Instagram con interacciones favorables a contenido pro ISIS.
Comentarios, seguimientos y publicaciones llamaron la atención de las autoridades.
Un oficial encubierto inició contacto, la conversación pasó luego a WhatsApp.
El joven expresó simpatía por la organización y habló de apoyar su causa, según el documento.
El FBI afirma que el propio usuario confirmó su edad, su identidad y que vivía en Midlothian.

Acusado envió Bitcoins a agente encubierto
La acusación se basa en el intento de proporcionar apoyo material.
La ley federal no exige grandes sumas ni resultados concretos: basta con la intención.
Según el affidavit, el joven abrió una cuenta de criptomonedas en noviembre.
Desde allí habría enviado dos transferencias en Bitcoin, de unos 20 dólares cada una, a una persona que creía vinculada a ISIS y que en realidad era un agente encubierto.
Las cantidades son pequeñas, para la fiscalía, eso no cambia el fondo del caso.
Cualquier apoyo, por mínimo que sea, está prohibido cuando se trata de un grupo terrorista.

El paso del chat al mundo real
El expediente señala que la conversación dejó de ser solo vía digital.
El 22 de diciembre, se organizó una reunión en Dallas.
El lugar cambió varias veces, finalmente, un tercer agente encubierto se reunió con el joven.
Según el FBI, durante ese encuentro entregó químicos y los presentó como materiales para un explosivo.
Poco después, el joven envió un mensaje de voz confirmando la entrega.
Esa noche, agentes federales lo arrestaron en Midlothian.
Más allá del caso
El caso queda en manos de fiscales federales, que decidirán si presentan cargos formales.
Según AP, de ser acusado y hallado culpable, Garza podría enfrentar hasta 20 años en una prisión federal.
Más allá del proceso legal, el caso expone una realidad que preocupa a las autoridades: la radicalización ya no requiere viajes, contactos directos ni grandes recursos.
Puede comenzar en un teléfono, en una habitación, en cualquier ciudad de Texas.










