Supermercados con zonas didácticas: la alternativa educativa que padres aplican en Brooklyn
La falta de espacios para el desarrollo temprano de los niños en un vecindario de Brooklyn llevó a un grupo de padres a crear un experiencia para el aprendizaje para los pequeños en un supermercado.
María vive en Brownsville desde hace cinco años. Es el barrio en el que sus dos hijas de 2 y 5 años están creciendo. Junto a ella, vecinos cansados de la falta de espacios para el desarrollo de las habilidades de los niños que aún no están en edad escolar, se pusieron manos a la obra y crearon ellos mismos una zona de aprendizaje en dos supermercados del vecindario.
Noticias Univision 41 acompañó a la madre y sus dos hijas a recorrer la experiencia en el Food Bazar.
"Todos los stickers que están pegados en el supermercado tienen mensajes para darnos la oportunidad de usarlos como una herramienta para enseñar a nuestros hijos. Y eso les ayuda a su lenguaje, a tener nuevo vocabulario e inclusive a socializar", dice María Solorzano, residente de Brownsville.
La experiencia funciona como una especie de búsqueda de tesoros, en la que los pequeños son motivados a encontrar una serie de personajes y entablar conversaciones con los adultos que los acompañan.
Kassa Belay es el director de la organización 'Unidos por Brownsville', donde se agrupan estos padres. Señala que Brownsville ha sido una comunidad que ha estado marginada y en la que no se ha invertido, y que aunque recientemente han empezado a llegar más recursos, los residentes quieren hacer parte de la conversación el cómo se reparten esos recursos, pues programas para el desarrollo temprano de la niñez han sido dejados fuera.
Miguel Sánchez, del departamento de marketing de Food Bazar Supermarket, apunta: "Las compras nunca se habían visto tan divertidas como ahora, con los niños que ya no están llorando, que quieren aprender más...".
Con proyectos como este los residentes esperan que Brownsville se sienta como un gran lugar para crecer. Y si al final encuentran todos los personajes, hay recompensa.
Los fundadores del programa esperan poder crear experiencias como estas en otros supermercados, pero también en peluquerías, lavanderías, salones de uñas e incluso en las paradas del bus.
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