EL BRONX, Nueva York.- Mudarse al sur de El Bronx era “una locura” en la década de 1980, según recuerda la estilista Josefina Colón. Cuando emigró hace 29 años de la República Dominicana, muchos le advirtieron que la criminalidad era “pan de todos los días” en Mott Haven.
Residentes del sur de El Bronx denuncian que los edificios de lujo los dejan sin hogar
El desarrollador Keith Rubenstein planea convertir la zona frente al río Harlem en un complejo comercial y residencial, un proyecto que apoya el presidente del condado Rubén Díaz Jr. por varios motivos que su portavoz detalló.


Sin embargo, Colón decidió establecerse en el vecindario porque la renta era “casi regalada” para entonces. En su primera década como una residente del Condado de la Salsa, ahorró lo suficiente para emprender su peluquería Esther Beauty Salon, en la avenida Walton, en el oeste de Concourse.
La madre contó que mantener abierta la peluquería -con dos décadas de servicio- se hace más difícil en los últimos años, porque los nuevos “vecinos ricos” no compran en los negocios locales sino en Midtown. Algo similar pasa en Mott Haven debido al proceso de desplazamiento y gentrificación, según residentes y la organización New York Communities for Change (NYCC).
“Todo ha cambiado, este hogar ya no es nuestro”, dijo Colón. “Los desarrolladores hicieron que el alquiler sea tan alto como los edificios de lujo que ahora construyen”.
La gentrificación es el cambio significativo en las construcciones y servicios de un sector por el cual la población residente, generalmente de bajos ingresos y de minorías, es desplazada por una nueva población con mayor poder adquisitivo.
La estilista acudió el jueves a una protesta convocada por NYCC, frente al edificio que alguna vez ocupó una de las fábricas de pianos que hizo famoso a Mott Haven. El barrio fue conocido como el epicentro de la fabricación de pianos a principios de 1900 en Estados Unidos.
La empresa Somerset Partners, cuyo principal fundador es el abogado de bienes raíces Keith Rubenstein, adquirió el año pasado el sitio de 450,000 pies cuadrados edificables situado en 2401 de la Tercera avenida.
“Rubenstein se apoderó del sur de El Bronx. Llegó para echarnos fuera”, expresó Colón con enojo. “Este año imploré dos veces en una corte porque ya no puedo pagar la renta de mi departamento”.
Somerset Partners se asoció con The Chetrit Group para comprar por $58 millones el edificio de la antigua fábrica de pianos y otro sitio ubicado en 101 de la avenida Lincoln. Los desarrolladores planean convertir la zona frente al río Harlem en un complejo comercial y residencial.
Somerset Partners alquilará un departamento de dos habitaciones por 2,900 dólares al mes, según Nathalie Hernández, activista de NYCC que creció y reside en el sur de El Bronx. Pero, de acuerdo con la organización Furman Center, el ingreso mensual promedio de una familia de cuatro en Mott Haven es de 1,400 dólares.
Oswaldo Mendoza, trabajador mexicano de la construcción, dijo que “ni teniendo dos trabajos” podría arrendar un departamento en alguna de las seis torres de edificios residenciales, de 25 pisos, que se construirán frente al río Harlem.
“Rubenstein no está pensando en los residentes de pocos ingresos, las rentas son demasiado caras. Trabajo una jornada de 12 horas nada más para el alquiler”, comentó. “Somos una familia de cuatro que no nos beneficiaremos de los desarrollos”.
A favor de los desarrollos
Pese a las quejas de su vecinos, Charlie Said, propietario de Charlie's Bar and Kitchen, dijo que los desarrollos impulsarán la economía local. El restaurante se estableció en Mott Haven hace cinco años.
“Creo que podemos integrarnos a este proyecto para que sea exitoso para toda la comunidad”, comentó en una entrevista telefónica. “Es una oportunidad para que nuestros negocios prosperen”.
Por su lado, John DeSio, director de comunicaciones del presidente del condado de El Bronx, Rubén Díaz Jr., dijo que “esta oficina también es compatible con este nuevo proyecto, y seguirá trabajando con el desarrollador para asegurar que los residentes de El Bronx se beneficien”.
DeSio sostuvo que el condado necesita las oportunidades de vivienda y trabajo para los profesionales del condado, “que de otro modo irían a otro lugar”.
El portavoz dijo que desde que Díaz asumió el cargo, “ha y seguirá luchando por los derechos de los arrendatarios en la corte de vivienda, y ha financiado directamente cerca de 8,000 nuevas unidades de vivienda asequible”.
Nathalie Hernández, activista de NYCC, dijo que Rubenstein no escucha a los antiguos residentes. Sin embargo, el empresario dijo en un correo electrónico que su empresa cree en “abrazar la historia del sur de El Bronx y respetar el patrimonio de sus habitantes y de la comunidad”.
Rubenstein se reunió a principios del año con líderes y grupos locales, incluyendo a la organización South Bronx Unite.
“Nuestro equipo está orgulloso de haber conocido y trabajado con los residentes locales y los grupos de apoyo y vamos a seguir edificando el diálogo positivo en cada paso del camino”, escribió.
“Creamos oportunidades muy necesarias para las familias y las empresas locales. Como parte de ese compromiso, queremos ayudar a alcanzar las metas de la comunidad, proporcionando buenos puestos de trabajo y un nuevo espacio abierto al público frente al agua”.



