Qué pueden hacer con el 'techo de la deuda' Biden y McCarthy en su reunión en la Casa Blanca
En 2015, Joe Biden y el líder republicano Kevin McCarthy solían tener desayunos en la casa de la vicepresidencia en el Observatorio Naval, en Washington DC.
En aquellos días, cuando Biden era el vicepresidente de Barack Obama buscaba "mantener las relaciones con el partido de la oposición", como escribe en sus memorias.
Pero con una posible crisis de la deuda nacional al acecho, aquellas reuniones matutinas lucen lejanas ahora que el presidente Biden y McCarthy, nuevo presidente de la Cámara Baja, se preparan para su primer encuentro oficial este miércoles en la Casa Blanca.
"Cuando me reunía con él como vicepresidente siempre estaba ansioso por sentarse y hablar. Siempre fue una persona a la que le gustaba tratar de encontrar soluciones, trabajar juntos", dijo McCarthy a la agencia de noticias AP antes de la reunión.
Es posible que la actitud de Biden no sea la misma, con los republicanos de la Cámara de Representantes deseosos de enfrentarse con la Casa Blanca y con el llamado techo de la deuda como posible primer episodio para mostrar su músculo político.
En una recaudación de fondos el martes en Nueva York, Biden llamó a McCarthy un "hombre decente" que estaba siendo presionado por las demandas de los republicanos inquietos.
“Hizo compromisos que están absolutamente fuera de lugar” para ganar el puesto de presidente de la cámara, afirmó Biden en referencia a las varias rondas de votación en las que McCarthy tuvo que ceder ante los más radicales de la derecha republicana para conseguir el cargo.
Biden y McCarty en el pulso por el techo de la deuda
Este miércoles, Biden y McCarthy, dos líderes afables conocidos por su voluntad de llegar a acuerdos, se meterán de lleno en un terreno incómodo con las que se presagian que sea duras negociaciones para aumentar el límite de la deuda de la nación.
Con una generación de diferencia, McCarthy, de 58 años, ha estado en el Congreso solo un tercio del tiempo que Biden, de 80 años, ha ocupado un cargo electo. Ambos están profundamente familiarizados con las formas de Washington y las posiciones de poder.
Los dos han construido sus carreras con la capacidad para forjan acuerdos difíciles. Ambos han mostrado respeto mutuo durante sus interacciones limitadas en la presidencia de Biden, según un alto funcionario de la Casa Blanca.
Hay mucho en juego, tanto político como económico. Biden considera otra candidatura a la Casa Blanca y McCarthy se esfuerza por mantener su nuevo puesto como presidente de la Cámara Baja.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, ha notificado al Congreso que deberá aumentar el límite de la deuda, ahora establecido en $31 billones, para pagar las facturas ya acumuladas de la nación.
Si bien el Departamento del Tesoro ha podido lanzar "medidas extraordinarias" para evitar temporalmente un incumplimiento de pago de la deuda, se espera que eso dure solo hasta junio.
Recuerdos de las peleas con el Tea Party de 2011
El enfrentamiento del techo de la deuda tiene ecos en la crisis de 2011, cuando la mayoría republicana del llamado Tea Party de la Cámara de Representantes llegó al poder exigiendo recortes presupuestarios y amenazando con un incumplimiento de la deuda federal potencialmente catastrófico.
Biden se ha mostrado reacio a negociar con los nuevos representantes republicanos que acompañan a McCarthy. Antes de la reunión del miércoles, la Casa Blanca publicó un memorando que describe las "dos preguntas" que Biden le planteará al líder republicano.
"¿Se comprometerá el ‘speaker’ con el principio fundamental de que Estados Unidos nunca incumplirá sus obligaciones financieras?", y "¿cuándo publicarán su presupuesto el presidente McCarthy y los republicanos de la Cámara Baja?".
El memorando, del director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, Brian Deese, y Shalanda Young, directora de la Oficina de Administración y Presupuesto, señaló que Biden publicará el presupuesto de la administración el 9 de marzo, superando la fecha límite de febrero, y pidió a McCarthy que detallara precisamente cómo los republicanos recortarían el gasto público.
McCarthy ha dicho que no propondrá recortar programas sociales como Medicare o el Seguro Social, aunque sigue empeñado en intentan reducir el gasto federal como parte de cualquier acuerdo sobre el techo de la deuda.
Qué lleva McCarthy a la Casa Blanca
Si bien McCarthy llega a la mesa de negociaciones con el respaldo de la nueva mayoría de la Cámara Baja, también se lo considera con las manos vacías.
No es seguro que el ‘speaker’ pueda obtener los votos necesarios de una dividida bancada republicana en cualquier acuerdo al que llegue con la Casa Blanca sobre la deuda. Aunque él ha prometido a sus copartidarios de línea dura volver a los niveles de gasto del año fiscal 2022, eso podría no ser suficiente recorte para algunos.
Es una repetición potencial del enfrentamiento fiscal de 2011-12, cuando la administración de Obama negoció con los republicanos antes de finalmente llegar a un acuerdo que Biden pactó con el líder republicano del Senado, Mitch McConnell.
“Todos apoyamos a Kevin, deseándole lo mejor en las negociaciones (…) El acuerdo tiene que cerrarse, obviamente, entre la mayoría de la Cámara y el presidente demócrata, para que tenga la oportunidad de sobrevivir aquí", dijo el martes McConnell, hoy líder de la minoría republicana en el Senado.
Las divisiones también llegan a los demócratas
Al igual que los republicanos, algunos demócratas se muestran escépticos a la hora de tratar con el partido contrario y están presionando a Biden para que asuma una línea dura.
La presidenta del Caucus Progresista del Congreso, la representante Pramila Jayapal, dijo que Biden "ha visto en los últimos dos años con quién está negociando: no son personas que realmente están negociando algo que tenga sentido para los trabajadores".
Jayapal considera que cualquier acuerdo de recorte presupuestario con los republicanos "revertiría todo ese trabajo".
Pero la negativa a negociar no está en los planes de Biden, quien ha defendido sus décadas de experiencia en la construcción de relaciones con legisladores, gobernadores y administraciones de ambos partidos.
“Creo que comenzará escuchando más de lo que habla, para conocer al presidente McCarthy un poco más como persona y explorando cuáles podrían ser sus prioridades comunes”, dijo el senador demócrata por Delaware Chris Coons, un estrecho aliado del mandatario.
En muchos sentidos, Biden y McCarthy están retomando los desayunos de trabajo donde los dejaron.