Hallan culpable al asesino del primer niño cuya foto apareció en un cartón de leche

Pedro Hernández secuestró y mató al pequeño Etan Patz, de 6 años, en 1979 cuando iba camino a la estación del autobús escolar. Así lo reconoció en sus declaraciones a la policía. Su sentencia será prevista para el 28 de febrero.

Video Se resuelve el caso de Etan Patz, el niño asesinado hace 38 años en Nueva York

NUEVA YORK. - Pedro Hernández fue hallado culpable este martes por el secuestro y asesinato de Etan Patz, un niño de 6 años que desapareció mientras caminaba dos cuadras desde su casa hacia la parada del autobús escolar en Soho, Nueva York, el 25 de mayo de 1979.

"La desaparición de Etan Patz obsesionó a las familias en Nueva York y en todo el país por cuatro décadas", dijo el fiscal del distrito de Manhattan, Cyrus Vance, en un comunicado con el que se anuncia la decisión. "El legado de Etan perdurará a través de la larga historia de lucha de su familia por los niños desaparecidos", agregó.

Durante el juicio, se comprobó que ese 25 de mayo, Hernández, empleado de una bodega y entonces con 18 años, detuvo al pequeño en el camino y lo tentó para que lo acompañara al sótano de la tienda con la promesa de que le regalaría un refresco. Ya en el lugar, lo ahorcó, lo colocó en una bolsa plástica que ocultó en una caja de cartón y luego dejó la caja en un callejón cercano.

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El jurado deliberó en este segundo juicio por nueve días antes de declararlo culpable, ya que otro jurado no logró un veredicto unánime en el primer proceso que duró cuatro meses en 2015.

Durante este segundo juicio, el abogado del hispano, Harvey Fishbein, culpó a la policía de forzar a su cliente a confesar esa historia. Desmeritó además la versión que el propio Hernández había dado de los hechos a otros amigos por considerarlas demasiado viejas y vagas para ser válidas, y reiteró los trastornos de personalidad del hombre, al asegurar que le impiden distinguir entre la ficción y la realidad.

El caso del pequeño estremeció a la ciudad de Nueva York. Su cara fue puesta en anuncios con la palabra "desaparecido" que se colgaron por doquier; también en las portadas de los diarios, las pantallas de los noticieros, en las de Times Square y, por primera vez, la imagen de un niño perdido se imprimió en los cartones de leche.

El cuerpo de Etan nunca fue hallado a pesar de que se desplegó una búsqueda exhaustiva, lo que dejó a los fiscales sin evidencia física para incriminar a Hernández. El equipo de fiscales, liderado por dos expertos, Joan Illuzi y Joel Seidemann, armaron entonces las evidencias desde cero, utilizando el propio testimonio detallado que dio a las autoridades y a especialistas en salud mental que lo evaluaron.

Con los anuncios de "desaparecido", Hernández incluso confirmó a los investigadores del caso que era Etan el niño que él había asesinado. "No podía dejarlo pasar", dijo en una de las entrevistas. "Sentí como si algo se apoderó de mí".

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En 2001, sin evidencia física, Etan fue declarado oficialmente muerto.

Según el diario The New York Times, un miembro de un grupo eclesiástico testificó que Hernández cayó un día a sus pies entre lágrimas de arrepentimiento por haber matado al niño. Su exesposa, con quien mantenía una relación mordaz, también dijo recordar que en una ocasión él le había contado sobre el asesinato de un "muchacho" y que, luego de que se casaron, encontró en una caja en el clóset de su esposo una imagen de Etan, de las que habían sido colocada en los afiches de la calle.

El hombre de 56 años aseguró además que no abusó sexualmente del pequeño o de algún otro niño. Pero en los argumentos finales, uno de las fiscales que investigó el caso, Joan Illuzi, argumentó que esa fue la razón primordial del ataque. También describió al hispano como un depredador cuyo comportamiento reservado en la corte escondía su astucia y aseguró que antes del mortal ataque había estado "admirando atentamente a este amigable y bello niño".

La audiencia para fijar la sentencia que cumplirá Hernández fue programada para el 28 de febrero.

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