BROOKLYN, Nueva York. - Enfatizando cada palabra con golpes sobre un atril, la congresista por Nueva York Nydia Velázquez amenazó el martes con arrestos y cárcel a quienes vendieran la droga K2, conocida como marihuana sintética. Un día después, en el mismo lugar, en el sector de Bedford-Stuyvesant del condado de Brooklyn, Univisión Noticias fue testigo de cómo por 20 dólares se puede comprar un sobre de 4 gramos de 'Scooby Snax', una de las marcas con las cuales se disfraza este 'potpourri'.
Comprobamos cuán difícil es comprar droga K2 en Nueva York
Aunque la presión de la Policía parece haber acabado con la venta de la llamada marihuana sintética en las tiendas, la realidad en la ciudad es bien diferente.
Por:Zaira Cortés
Sobre de marihuana sintética distribuido de forma ilegal en Nueva York.
Imagen Univision 41 Nueva York/Zaira Cortés
“Vamos a utilizar la ley para arrestar y encarcelar a cualquier persona que, sin ningún sentimiento y simplemente por la avaricia de hacer unos centavos extra, exponga a nuestros jóvenes, niños y comunidad. No lo vamos a permitir”, había jurado Velázquez menos de 24 horas antes.
No es la primera que lanza advertencias. Lo mismo han hecho el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo; el alcalde de la Ciudad, Bill de Blasio; y el comisionado del NYPD, William 'Bill' Bratton. ¿El efecto? El miércoles, mientras agentes del Departamento de la Policía de la ciudad de Nueva York inspeccionaban un negocio cercano a las vías del tren J, en Lewis y Broadway, un desamparado vendía K2 en una plaza frente al complejo de vivienda pública Sumner Houses.
“Aunque la policía está aquí las 24 horas, la droga sigue siendo un problema”, asegura James González, residente en la avenida Stuyvesant. “Los desamparados consiguen la droga en las tiendas a lo largo de Broadway y de Stuyvesant. Lo único que tienen que hacer es entrar y pedirla”.
¿Cómo, si es ilegal? Desde octubre del 2015, las tiendas que venden la droga enfrentan multas de $250 por cada cada paquete de K2, la pérdida de la licencia para la venta de cigarrillos o la clausura definitiva en caso de reincidencia.
En junio, los oficiales del NYPD realizaron arrestos y cerraron la tienda Dream Burner Tobacco, situada en el 926 de Broadway, porque vendían y tenían K2 en su inventario.
El sobre de K2 parece inofensivo, pero su contenido puede ser peligroso
Imagen Univision 41 Nueva York/Zaira Cortés
Poco más de un mes después, la Oficina del Alcalde consigna que inspeccionaron cerca de 30 establecimientos en esta zona y han decomisado 10,000 paquetes de K2.
Se supone que el vecindario está "limpio", aunque exista otra realidad.
“La compré en una tienda”, responde el desamparado al que vemos venderla a sobreprecio. Pide 20 dólares cuando otras personas de la zona nos aseguran que en las tiendas se consigue el mismo sobre, edición limitada, por 10 dólares. Y recuerdan que en el 2014, antes de que fuera ilegal, costaban entre 2 y 5 dólares.
El revendedor evita identificar el lugar y decir por cuánto la ha adquirido. Midiendo sus palabras, espeta: “Nadie de aquí quiere que la policía cierre otra tienda”. Y se aleja caminando.
TRES REQUISITOS "INTERNOS"
Para tener acceso al K2, hay que cumplir con uno de los requisitos que imperan en el lugar desde que en las pasadas semanas el NYPD prácticamente se instaló allí. Lo hicieron luego de que el 13 de julio, 33 residentes de este sector fueron hospitalizados por sufrir una sobredosis de K2 y quedar en malas condiciones en la calle, bajo la estación del tren J.
Conocedores aseguran que ese acecho policial ha generado cambios en el negocio.
“Aquí nadie te venderá nada si no eres de la calle”, advierte el puertorriqueño Roy Solís, exconsumidor de la ' mamba negra', otro de los nombres que se le da al K2. “Esa gente (los vendedores) no quieren darle la droga a un policía encubierto y terminar en la cárcel”.
Y en parte, tiene razón. Varios entrevistados, que solicitaron proteger su identidad, detallaron que en estos días los únicos que pueden comprar fácil el K2 son los que forman parte del vecindario, conocen a los distribuidores o cuentan con la “recomendación” de alguien de confianza. De lo contrario, prácticamente es misión imposible para los "clientes nuevos".
La policía ha realizado varios operativos en las últimas semanas
Imagen Univision 41 Nueva York/Zaira Cortés
Un recorrido por cinco bodegas, terminó con la misma respuesta: "No tenemos de eso (K2) que estás buscando".
Preguntando en un lado y otro, vecinos coincidieron en identificar un negocio en Broadway como un punto de venta. Al llegar y decir si por casualidad tenían K2, el dependiente soltó una carcajada y respondió: “Aquí no tenemos eso”.
No había pasado un minuto cuando una mujer entró al establecimiento y pidió un cigarro suelto, colocando un billete de 5 dólares en el mostrador. Y lo recibió, aunque la venta de cigarros sueltos libres de impuesto, también es ilegal en Nueva York.
A ella la conocían.
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