NUEVA YORK - Dos décadas en un abrir y cerrar de ojos, y la tragedia del 11 de septiembre sigue fresca en la memoria de quienes la sufrieron de cerca.
A 20 años de los ataques terroristas del 11-S, ¿qué tan segura es la ciudad de Nueva York?
Desde los sucesos del 11 de septiembre del 2001, se han creado varias divisiones para prevenir posibles ataques terroristas. Según un exagente del FBI, las operaciones de estas entidades son necesarias y gracias a ello “estamos en un mejor lugar”.

El sargento Felipe Rodríguez, que estaba de servicio ese día, narró a Noticias Univision 41 un amargo momento que vivió con una oficial de policía.
“Ella estaba en el subterráneo y usted la oía gritando, una cosa que la mente mía nunca se va a borrar, gritaba ayuda, casi 30 años que ahora tengo en la policía no poder ayudar a una persona, especialmente un compañero de uno”, cuenta Rodríguez.
Manny Gómez, un ex agente del FBI, nos explica la sorpresa que significó para los organismos de inteligencia.
“Era una cosa muy fuera del entrenamiento que nosotros habíamos recibido, que nadie había recibido, pagamos billones de dólares para mejor entrenamiento, mejores recursos, estamos en un mejor lugar que hace 20 años”, dice Gómez.
Gómez explica que a raíz del suceso, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha creado varias entidades gubernamentales, todas necesarias para prevención de cualquier plan secreto, sea doméstico o extranjero. Estas incluyen la Agencia de Seguridad en el Transporte (TSA), la Junta Contra el Terrorismo, y el Grupo de Respuesta Estratégica (SRG), por nombrar algunas.
“Si un ganguero puede hacer violencia, qué es lo que no puede hacer un terrorista, que está entrenado, tiene recursos y esas es mi preocupación”, confiesa Gómez.
Por su parte, Rodríguez explica que para poder tumbar las torres, no fue solamente el acto de terrorismo, era básicamente abochornar a los estadounidenses. Es por eso que la ciudad restringe áreas y despliega sus estrategias en ubicaciones de mayor concentración.
Ejemplos de esos puntos serían Times Square, uno de los centros más concurridos de Manhattan las 24 horas del día, el Intrepid, una atracción militar que sirve de museo, The Vessel aunque ha estado cerrado en algunas ocasiones por incidentes aislados y, desde luego, el World Trade Center, donde además de los habituales pilotillos de acero se ha agregado una valla metálica como mecanismo adicional de seguridad.
A pesar de estas medidas, no todos disfrutan la ciudad tranquilos. Sin embargo, los ojos y oídos detrás del uniforme parecen dar paz a algunos.
Marielena Lacuilo, una residente de la Gran Manzana, dice confiar en la uniformada.
“Yo confío en los policías y que la ciudad está muy protegida entonces me siento tranquila pero lo que pasó ayer, mira no queríamos venir porque vimos en las noticias que pasó una balacera”, confiesa la mujer.
“Pues un poquito inseguro porque en años anteriores que hemos venido se veía de la seguridad mejor”, dice Noé Miñón, otro residente.
Rodríguez sostiene que el 11 de septiembre fue una lección para los neoyorquinos.
“Muchas personas veían algo, un bulto tirado en una esquina y no lo pensaban antes, ahora ellos ven que puede ser algo terrorista”, dice.
La frase “si ve algo, diga algo” ha tenido efecto en la población según los expertos, ayudando a salir de dudas, frente a lo que puede significar otra catástrofe provocada por algún enemigo. El 911 opera las 24 horas.





























