El mayor premio de un raspadito en la lotería de Carolina del Norte ya tiene dueño

Carolina del Norte, condado de Johnston.- Un trabajador de Carolina del Norte compró un ticket de la lotería mientras iba del trabajo a la casa. Sin saberlo se convertiría en el ganador del premio más grande de un raspadito en el estado.

Wade Harmoel, un trabajador de la industria del hierro, compró un boleto de 30 dólares del juego Supreme Riches. Luego de probar su suerte con los tickets de lotería “Pick 3” y “Pick 4”, decidió adquirir el que, sin saberlo, sería el boleto que cambiaría su vida.

"Me fui a la casa, encendí mi parrilla y dije: Bueno, ahora podría ver mi boleto. Miré hacia abajo y dije: Wow", confesó Harmoel al portal de la Lotería de Educación de Carolina del Norte ( Nclottery).

El hombre compró su boleto de la suerte en la tienda Big Boys de Bagley Road, en la ciudad de Kenly, Carolina del Norte.

"Estoy agradecido, realmente lo estoy. Creo que Dios me lo guardó. Tenía una razón para que yo ganara este boleto. Él tiene planes para mí", dijo el afortunado ganador.

Se llevó la suma global

Harmon reclamó su premio el viernes en la sede de la lotería en Raleigh. Según reseñó Nclottery, el ganador tenía la opción de tomar los $ 10 millones con una anualidad de $ 500,000 durante 20 años, o un monto total de $ 6 millones. Luego de elegir la suma global, se llevó a casa unos $ 4,245,009, después de las retenciones de impuestos federales y estatales.

A pesar de ganar el premio más grande de un raspadito en la lotería de Carolina del Norte, Harmon insistió que su victoria no lo cambiará. "Seguiré siendo el mismo de siemore", dijo a Nclottery.

Mientras que algunos pensarían retirarse luego de recibir esta suma de dinero, Harmon quiere seguir trabajando y espera usar su premio para jubilarse en los próximos años.

Una vez finalizada la pandemia del coronavirus, también planea llevar a sus hijos y a sus familiares a un crucero.

Voceros de la lotería de Carolina del Norte han dicho que más que un juego de azar, la lotería también es una fuente de ingresos para la educación. La venta de boletos ayuda a recaudar más de $700 millones al año para proyectos de educación.

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