“No iba a salir viva”: Joven hispana narra abusos en centro de detención que la llevaron a ‘autodeportarse’

CHARLOTTE, Carolina del Norte – Era febrero de este 2025 cuando Allison Bustillo, su madre y sus hermanos fueron arrestados en su casa en Charlotte. Mientras el resto de la familia fue liberada poco después, a la joven hispana de 20 años la enviaron a un centro de detención en Georgia, en el que pasó siete meses viviendo horrores que la llevaron a tomar la decisión de ‘autodeportarse’.

“La mayoría de los días sentía que no iba a salir viva de ese lugar, que ya no podía más. La ansiedad me estaba comiendo viva prácticamente, la ansiedad y la depresión”, dice desde Honduras la joven a Univision 40.

Recuerda que los agentes que llegaron a su casa en aquel febrero buscaban a otra persona. A pesar de que los oficiales no hallaron a quien solicitaban, la familia completa fue arrestada y poco después liberada, menos Allison, quien fue trasladada al Centro de Detención Stewart, en el que afirma que pasó siete “humillantes” meses.

Centro de Detención Stewart: Lo vivido llevó a Allison Bustillo a tomar la decisión de 'autodeportarse'

“No es saludable como dice el centro de detención. No es nutritiva la comida, eso es mentira. Me empecé a enfermar, la comida me cayó súper mal, sangraba también”, asevera.

Allison Bustillo dice que compartía un cuarto entero con literas y mesas para comer, del cual no podía salir sin permiso de los oficiales. La ansiedad y la depresión la hicieron perder peso y sentirse cada vez más débil.

Dice que lo que la mantenía fuerte era su familia, la fe y el apoyo de quienes seguían su caso. Amigas también detenidas la animaban a levantarse y a comer. Pero cuando ellas fueron liberadas, volvió a caer en depresión y decidió solicitar la salida voluntaria.

“Duramos una hora en la Corte y peleando contra ICE. El juez solo se quedaba en shock porque ICE no me soltaba ni para Estados Unidos ni para fuera. Estuvimos peleando una hora con el abogado. El juez dijo que sí podía salir con salida voluntaria y que no iba a tener absolutamente ningún castigo, que él me deseaba lo mejor para mí y para mi familia. Me sentí tan feliz”, cuenta Allison sobre el momento en que por fin se le permitió volver a Centroamérica.

Por su parte, Keily Chinchilla, madre de Allison Bustillo, relata lo difícil que fue no poder despedirse de su hija antes de que saliera de detención.

“De verdad que tengo sentimientos encontrados. Me siento alegre, me siento más tranquila, me siento más en paz, pero le digo a mi hija que es difícil porque ella ya no está aquí”, lamenta la mujer entre lágrimas.

En septiembre, Allison llegó en un vuelo comercial a San Pedro Sula, Honduras. Admite que se sintió libre, pero no es tan fácil volver a un país del que no recuerda “absolutamente nada. La última vez que estuve aquí fue cuando tenía 3, 4 años”.

“Me sentía contenta de que estaba libre, pero decía yo: ‘No sé, no me siento como si estuviera en mi casa, me siento diferente’”.

La familia de Allison sigue en la batalla

Mientras ella intenta adaptarse, su mamá enfrenta su propia batalla. Tiene una audiencia de inmigración en octubre, y teme que su hijo mayor, que está por cumplir 18 años, también enfrente un proceso migratorio.

“No quiero que le pase nada, quiero que todo le salga bien”, dice Allison sobre su hermana. Su mamá afirma: “Quiero pensar positivamente, quiero pensar que todo esto va a ser a favor de nosotros”.

La mamá y los hermanos de Allison Bustillo siguen en Charlotte, a la espera de su audiencia de migración el 28 de octubre. La familia dice que el proceso los tiene nerviosos, aunque su abogado confía en un resultado favorable, y en que en el futuro Allison pudiera estar de vuelta al país.

Con información de Alberth Ocanto.

Te recomendamos