"Una bala mata la fiesta": la peligrosa tradición de disparar al aire para celebrar el año nuevo

Las autoridades advierten contra esta costumbre extendida principalmente en algunas comunidades hispanas de EEUU y en América Latina. Para evitar muertes por balas perdidas, piden cambiar los tiros al aire por petardos.

Video ‘Una bala perdida mata la fiesta’, campaña de autoridades de Florida para evitar víctimas de disparos al aire

MIAMI, Florida.- El mensaje que llega estos días en forma de súplica de varias ciudades de EEUU y América Latina se repite cada año pero sigue pasando: para este fin de año, piden desde policías, autoridades locales y grupos de vecinos, no demuestre su alegría con tiros al aire.

El motivo, física pura: todo lo que sube tiene que bajar. Según el Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos ( ATF, por sus siglas en inglés), las balas que se disparan al aire pueden ascender hasta dos millas (algo más de 3 kilómetros) para luego descender a un ratio de entre 300 y 700 pies por segundo (de 90 a 200 metros por segundo), una velocidad suficiente como para matar a alguien.

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El problema, como apunta la comisionada de Miami-Dade Audrey Edmonson, es que "cuando baja, no tenemos ni idea de dónde va a caer (...) Puede costar la vida de personas inocentes, que pueden estar incluso muy lejos de donde se produjo el disparo”.

Edmonson lleva cinco años junto a otras autoridades de Miami promoviendo la campaña "Una bala mata la fiesta" que, con el rostro del cantante de origen cubano Pitbull, llama a los ciudadanos a olvidarse de esa tradición.

Según el alcalde de Miami, Tomás Regalado, desde hace cuatro años no se han reportado víctimas por esa práctica en la ciudad, pero estarán muy pendientes de sancionar a quien lo haga gracias a una nueva tecnología que permite rastrear el origen de los disparos.

"La policía sabe exactamente por los nuevos radares que tenemos en varias áreas de Miami donde se produjeron los disparos el 31 de diciembre del año pasado y la policía va a estar ahí", advirtió.

En EEUU en los últimos años ha habido que lamentar muertos y heridos por esta práctica, como el caso de un niño italiano de 6 años que resultó gravemente herido al recibir un impacto de bala en el pecho cuando celebraba fin de año con sus padres en un restaurante del Design District de Miami; o Javier Suarez Rivera, un hispano de 43 años de Houston que falleció poco después de que empezara el año nuevo de 2015 por una bala perdida, probablemente de alguien que disparó al aire para celebrar.

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Aunque se desconoce el origen de esta tradición muy popular en los países árabes, la práctica se ha extendido en algunas comunidades de EEUU y en América Latina.

Por eso, el mensaje se repite uno tras otro en varios países de América Latina acompañado de advertencias, amenazas de multas o llamados a la reflexión como estas de la policía de Colombia o de la ciudad de Córdoba, en Argentina:

O esta del gobierno hondureño:

Pero las autoridades no son las únicas que advierten de los peligros de las balas perdidas por esta tradición. En este club de tiro en Panamá tienen claro que lanzar disparos al aire no es una forma sensata de celebrar.

Por su parte, el sacerdote venezolano José Palmar lamenta que en el estado de Zulia sea más barato comprar una bala que un petardo:


Y precisamente por ahí va la recomendación que dieron las autoridades de Miami: si quieren celebrar haciendo ruido, usen petardos en lugar de balas.

"Le estamos pidiendo al público que por favor cooperen con nosotros. No disparen armas de fuego. Hay muchos lugares donde están vendiendo cohetes artificiales legales", afirmó el vocero de la policía de Miami, Freddie Cruz.

"No le enseñen eso a los muchachos de esta comunidad", añadió su colega Alfredo Ramírez.