La crisis sanitaria por el alto número de casos de coronavirus se agrava día a día en Cuba y el pueblo clama porque el gobierno acepte ayuda internacional, mientras los hospitales colapsan con personas fallecidas y falta de atención médica.

Las personas solo encuentran en las redes sociales la oportunidad de hacer sus denuncias y responsabilizar al régimen por la muerte de sus seres queridos.

Es el caso de Magdiel Matos, quien denunció que su madre estuvo esperando durante cuatro días para que la trasladaran a un hospital, pero la ambulancia nunca llegó.

“Este mensaje es para Miguel Díaz-Canel, eso que vez ahí es un antro de asesinato, que está matando a toda la gente”, dice Matos, mostrando en un video un centro de aislamiento, al que son llevados todas las personas que dan positivo a la prueba del covid-19, o que se sospecha que puedan tener el virus.

Matos exige que si no hace nada para contener la crisis, Díaz-Canel debe renunciar a la presidencia.

Sobre estos centros de aislamiento se han hecho varias denuncias, en los que los pacientes se quejan de que apenas los alimentan.

Pero no solo en los lugares de aislamiento hay problemas. En las morgues de los hospitales los cuerpos permanecen en pasillos, a la espera de ser enterrados.

Un video más muestra a otro hombre, quien murió en un centro de aislamiento, tendido en el suelo mientras el personal médico trata de reanimarlo.

El hospital de Matanzas también presenta una situación de colapso y videos muestran camas improvisadas en los pasillos, y los nuevos pacientes teniendo que esperar hasta en el piso, por el personal médico.

Y quien es capaz de quejarse de la situación puede ser detenido por la seguridad del régimen, como es el caso de un camillero de un hospital de Morón, quien fue arrestado por denunciar lo que ocurre en el lugar donde trabaja.

La peor situación actualmente se vive en la provincia de Matanzas. Según la televisión cubana se adoptaron medidas más extremas, donde las personas no pueden salir de sus casas después de la 1:00 pm.

Sobre las medidas de confinamiento en centros, el doctor Alberto Mazor, exiliado cubano en Miami, considera que pueden estar facilitando, aún más, los aumentos de los casos.

“Un paciente enfermo puede contagiar a unos que están todavía sospechosos”, dijo Mazor.

Pero mientras la situación empeora, al pueblo no le queda más remedio que llorar a sus muertos y seguir culpando al gobierno por el manejo de la pandemia, aunque hacerlo públicamente pueda costarles la cárcel.

La campaña de vacunación en la isla, al parecer, se encuentra detenida.

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