Los demócratas tuvieron una muy buena noche en las elecciones del martes pasado, un bálsamo que esperaban justo a un año de la estrepitosa derrota ante el hoy presidente Donald Trump, que pareció dejarlos sin brújula, según la percepción de muchos votantes liberales.
Mamdani o Sparberger: ¿cuál es la fórmula ganadora para el Partido Demócrata en las próximas elecciones?
Los demócratas buscan fórmulas ganadoras para las próximas elecciones de mitad de período para renovar el Congreso de noviembre de 2026. Los resultados del martes les dan algunos indicios sobre qué hacer.

Ahora parecen haber encontrado un camino hacia la recuperación, o al menos, han llegado a una encrucijada donde tienen al menos dos fórmulas para elegir.
Por un lado, está el éxito de Zohran Mamdani al lograr conquistar la alcaldía de Nueva York con una campaña energética muy alimentada por el carisma del candidato socialista, y por otro el contundente triunfo de Abigail Spanberger como gobernadora de Virginia con un estilo muy diferente, más moderado, que algunos calificaron de aburrido, similar al de Mikie Sherrill en Nueva Jersey.
El punto común entre Mamdani, Spanberger y Sherrill estuvo en hablarle a los votantes de cosas que afectan sus bolsillos.
Mientras los neoyorquinos compraron las promesas de Mamdani de congelar rentas controladas, ofrecer cuidado para niños y dejar de cobrar por los autobuses, los virginianos se conectaron con la manera como Spanberger trató las dificultades de los productores de soja o las angustias de funcionarios del gobierno federal que han visto debilitarse la estabilidad de sus trabajos.
Ninguno hizo de Trump una figura central de sus campañas, aunque la insistencia del presidente en meter baza en los comicios neoyorquinos (al punto que pidió votar por Andrew Cuomo, un viejo rival suyo) terminó haciendo que Mamdani le dedicara tiempo, incluso en su discurso de victoria, asegurando que “si alguien puede mostrarle a una nación traicionada por Donald Trump cómo derrotarlo, es la ciudad que lo vio nacer”.
Lamayor diferencia con Spanberger y Sherrill, es que Mamdani no tiene problemas en presentarse como un ‘socialista-demócrata’, al estilo del senador Bernie Sanders o la representante Alexandria Ocasio-Cortez, planteando soluciones “radicales” para la ciudad, mientras Spanberger apeló a un más tradicional apelando al centro y evitando hacer promesas grandilocuentes.
Los demócratas ante una bifurcación
Entonces, ¿cuál es la fórmula ganadora que los demócratas deberían usar para las próximas elecciones, sobre todo las de mitad de período para renovar el Congreso, que están previstas para noviembre de 2026?
La pregunta sigue vigente porque, de alguna manera, aunque con ánimo victorioso, los demócratas vuelven a la casilla del año pasado, cuando las tensiones entre los progresistas y los centristas fueron un factor que debilitó la campaña del presidente Joe Biden que terminó heredando la vicepresidenta Kamala Harris y que terminó en derrota ante Trump.
Durante la campaña para estos los comicios del martes, esas tensiones internas volvieron a verse, y un ejemplo fueron las críticas que Spanberger hizo al estilo de Mamdani.
"No prometan cosas que saben que no pueden cumplir", dijo la semana pasada Spanberger a bordo de su autobús durante el último tramo de la campaña, en lo que se interpretó como una advertencia a Mamdani y un reclamo directo a Biden.
"Siempre, siempre, siempre debemos soñar en grande (…) No se trata solo de hacer pequeñas cosas, pero si haces promesas que no puede cumplir a personas que luchan por alimentar a sus hijos o pagar el autobús para ir a su segundo trabajo del día, ¿cuál es el impacto a largo plazo en quienes depositaron su confianza en él?”, dijo quien será la primera gobernadora de Virginia.
Mientras los demócratas trataron de enfocarse en los "asuntos" que más preocupan a los votantes y redujeron en mucho el debate ideológico y de defensa de la democracia que usaron el año pasado, los republicanos intentaron presentar a sus oponentes en Virginia y Nueva Jersey como liberales desconectados de la realidad, más preocupados por los derechos de las personas transgénero y los inmigrantes indocumentados que por la seguridad de los niños en las escuelas.
Esa estrategia que le funcionó a Trump en las últimas elecciones presidenciales claramente no dio el mismo resultado esta vez, en buena medida por los antecedentes en seguridad nacional de Spanberger y Sherrill, la primera exagente de la CIA y la segunda expiloto de la Armada.
En cambio, con un Mamdani que se reconoce como "socialista-democrático" y que hizo duras críticas a Israel y su ofensiva en Gaza, que describe como "genocidio", los republicanos trataron de presentarlo como la cara del Partido Demócrata que viene y, con seguridad, eso motivó a muchos de los votantes de Cuomo, insatisfechos con las perspectivas de un partido "radicalizado".
La "receta Mamdani" para movilizar el voto joven
Además de su énfasis en los temas que afectan a los neoyorquinos, la agenda progresista de Mamdani, de 34 años, movilizó a muchos que no votaron en las elecciones presidenciales del año pasado, al punto que salió a votar más de 2 millones de personas, la mayor participación en comicios municipales desde 1969, según la Junta Electoral de la Ciudad de Nueva York.
Entre ellos, hubo una oleada de votantes jóvenes, algunos recién llegados a la ciudad, otros votantes primerizos e inquilinos, según las encuestas a pie de urna de la agencia AP, que se sintieron motivados por las propuestas de Mamdani para reducir el costo de vida en la ciudad más poblada del país.
Mamdani conectó con los más jóvenes desde que el año pasado empezó a aparecer en sus redes sociales con videos ingeniosos en los que se le veía caminando por la ciudad y preguntándole a la gente por sus problemas. La originalidad del mensaje le granjeó la tan buscada viralidad a sus contenidos y le creó una legión de seguidores, muchos de los cuales fueron después sus votantes.
"Lo que Mamdani le ha enseñado al Partido Demócrata es cómo llegarle al electorado con un enfoque en redes sociales y un contacto directo con el ciudadano sobre los temas que importan (...) Su estrategia comunicacional es algo que debe ser estudiado por el partido", dijo a Univision Noticias el estratega político Marco Frieri, quien reconoce que eso también "requiere de una autenticidad que depende del candidato" por lo que no es algo que toda campaña pueda usar.
Y Nueva York no es EEUU
Algunos advierten que las elecciones en Nueva York quizá puedan dar menos indicios sobre qué hacer a nivel nacional que las de Nueva Jersey o Virginia, estado más complejos que la mayor ciudad del país.
“Los votantes de Arizona o Iowa no están pensando en quién podría ser el alcalde de Nueva York. Están pensando en quién va a comprender los problemas que enfrenta nuestra comunidad y va a luchar para lograr un cambio en Washington, D.C.”, dijo la representante Suzan DelBene, congresista del estado de Washington y presidenta del comité de campaña de los demócratas de la Cámara de Representantes, el equipo que llevará el peso de la estrategia demócrata para recuperar la mayoría.
“Es difícil sacar conclusiones de una ciudad claramente demócrata en comparación con observar la situación en distritos indecisos, donde existe una enorme diversidad de puntos de vista y diferentes problemáticas”, dijo la congresista.
Para Frieri, los límites del estilo de Mamdani quedan evidenciados al comparar los márgenes de las victorias del martes.
Mientras en Virginia Spanberger sacó casi 15% de ventaja a la candidata republicana, la vicegobernadora Winsome Earle-Sears, y en Nueva Jersey Sherrill se impuso por un 14% a Jack Ciattarelli, en Nueva York Mamdani lo hizo por menos de 10 puntos ante el exgobernador Andrew Cuomo, en parte por un voto demócrata dividido entre ambos candidatos.
"Eso te demuestra que ni siquiera en un lugar tan liberal como Nueva York, que es un bastión del Partido Demócrata, y de paso, un bastión de esa ala (progresista) ni siquiera logró convencer a la totalidad del partido a votar por él. Sus números dicen que la mayoría del partido no está tan convencido", aseguró Frieri a Univision Noticias.
Los demócratas buscan "una renovación sensata"
En la recta final de la campaña de las elecciones del martes, un grupo de estrategas demócratas publicó un informe titulado "Decidir ganar: Hacia una renovación sensata del Partido Demócrata", que respalda el enfoque de Spanberger y Sherril, y menos el de Mamdani.
El informe incluye aportes de altos asesores de Biden, del expresidente Barack Obama y de la exvicepresidenta Kamala Harris, a quien algunos consideran como los mayores exponentes del centrismo demócrata, y en él le piden a los candidatos demócratas que rechacen las pruebas de "pureza progresista" y que hablen menos sobre democracia, cambio climático y prioridades culturales de extrema izquierda, temas que consideran que los han alejado del grueso de los votantes con preocupaciones más cotidianas.
Eso no significa que la amenaza a la democracia que algunos demócratas ven en la gestión de Trump haya desaparecido del radar de las preocupaciones de los demócratas. De hecho, en uno de los últimos eventos de campaña en Virginia en respaldo de Spanberger, el expresidente Barack Obama dedicó una buena parte de su discurso a denunciar lo que calificó de “la locura” que sale de la Casa Blanca.
El estratega demócrata Jesse Ferguson, quien fue parte del equipo que redactó el informe, afirmó que la campaña de Spanberger tuvo éxito porque fue "capaz de conectar el malestar en Washington con la realidad de Virginia".
"El autoritarismo de Trump fracasará, no porque convenzamos a la gente de que es autoritario, sino porque les demostramos que es costoso", declaró Ferguson.
En la propuesta para la renovación del partido se pide a los demócratas que hablen más sobre la sanidad, el costo de la vida, vivienda, transporte y seguridad pública, que fue justamente lo que hicieron Spanberger, Sherrill y Mamdani, aunque con algunas diferencias de enfoque.
“No creo que Mamdani pudiera ganar en Arizona, ni creo que yo pudiera ganar en Nueva York", djo el senador demócrata por Arizona Raúl Gallego a CNN, destacando que hay diferencias de estilo necesarias para atender las necesidades de cada región.
Pero hay una línea común, indica Gallego: “A él le preocupa el costo de vida como a muchos de nosotros; simplemente lo abordamos de manera diferente”.







