Líder opositor cubano José Daniel Ferrer fue recibido en Miami como un héroe

MIAMI, Florida.- "Gracias a todos por estar acá en este momento. Junto conmigo, mi familia y mis hermanos de lucha", así inició sus declaraciones el líder opositor cubano José Daniel Ferrer, quien partió al exilio este lunes en un vuelo de American Airlines que despegó de Santiago de Cuba y aterrizó en Miami

Ferrer dijo que vivía "emociones encontradas" al llegar a Miami. Reveló que estaba muy alegre por encontrarse con parte de su familia y sus compañeros de lucha, pero que también era un momento muy duro, difícil y triste.

"Hay otros hermanos en Cuba que sobreviven en situaciones terribles en las peores cárceles del hemisferio occidental", dijo arropado con una bandera cubana mientras recordaba a otros presos políticos.

El líder opositor cubano dio a conocer la semana pasada en una carta escrita desde la prisión de Mar Verde en Santiago de Cuba, donde estuvo recluido, que aceptaba abandonar la isla e irse al exilio.

Ferrer, quien ha sido perseguido y torturado por el régimen cubano, dijo que tomó la decisión con la única intención de proteger a su familia.

En su carta, Ferrer señala que: “Durante años he sido sometido a brutales golpizas, torturas, humillaciones, amenazas hasta de muerte. Y otros tratos crueles inhumanos y degradantes por esbirros y otros instrumentos de la peor dictadura que ha conocido el continente americano".

"Mi familia también ha sido objeto de la más despiadada persecución. Todo con la intención de obligarme a abandonar mi país. O a renunciar a la lucha no violenta a favor de la libertad, la democracia, y los derechos humanos y el bienestar de mi patria”, se lee en la carta.

Y añadió que durante los últimos cuatro meses “el ensañamiento” de la dictadura ha “sobrepasado todo límite”, propinándole golpizas y torturas, humillándolo, amenazándolo, manteniéndolo en condiciones extremas, y robándole sus alimentos y productos de aseo.

Además, dice que las amenazas contra su esposa e hijos en Cuba han sido peores que en cualquier época anterior, con el fin de obligarlo a marcharse.

“Ya desde antes del último asalto a mi hogar el 29 de abril de este año, había decidido marchar al exilio para poner a salvo a mi esposa e hijos. Esta decisión la tomé por la seguridad de mi familia y por la frustración que me produjo el confirmar al salir de prisión la desunión, el sectarismo y la falta de efectividad de la oposición dentro y fuera de Cuba, en la lucha por la libertad y el bienestar de nuestra patria”, dice Ferrer.

La carta fue escrita el pasado 10 de septiembre, pero el 3 de octubre fue dada a conocer por su familia en la página de Facebook del líder opositor, que ellos administran.

José Daniel Ferrer es un destacado activista cubano por los derechos humanos y líder opositor en Cuba. Es secretario y director de la Unión Patriótica de Cuba, conocida como la UNPACU, que aboga por una transición democrática y no violenta en la isla.

Durante años, Noticias 23 ha informado sobre sus encarcelamientos y liberaciones.

Ferrer se hizo conocido internacionalmente como parte de los 75 opositores encarcelados y enjuiciados en 2003, aunque una negociación entre la Iglesia Católica, España y el entonces presidente cubano Raúl Castro logró las liberaciones entre 2010 y 2011.

El opositor se negó entonces a salir de la isla —la condición impuesta entonces para las liberaciones— y fundó a comienzos de la pasada década la Unión Patriótica de Cuba, una organización política sin reconocimiento legal pero desde la cual mantuvo una postura en contra de la dictadura.

Fue llevado a prisión nuevamente en el marco de una serie de protestas en julio de 2021, cuando ya pagaba una condena domiciliaria a cuatro años y medio por el delito de lesiones.

Fue otra vez liberado en enero pasado como parte de un gesto de Cuba a presos con delitos de todo tipo por el año jubilar de la Iglesia católica, pero volvió a la cárcel en abril cuando las autoridades lo acusaron de no cumplir con las condiciones para la libertad condicional.

El gobierno de Estados Unidos había exigido públicamente su liberación y Amnistía Internacional lo tenía incorporado a su lista de media docena de presos de conciencia en la isla.