Para Orelvys Cabrera, un periodista independiente que fue encarcelado y torturado por salir a las protestas, el 11 de julio fue “el día más glorioso de la patria cubana, esta nueva patria que estamos construyendo miles de jóvenes dentro de la isla, que quieren un cambio”.
“Mi único delito fue ser periodista independiente”: reportero cubano torturado por las protestas
El periodista independiente Orelvys Cabrera estuvo en las calles en las protestas del 11 de julio en Cuba, documentando lo que ocurría para el mundo. Por esto, dice que pasó 37 días detenido en un calabozo bajo tierra y sometido a torturas.

Según Orelvys, ese día en Cuba se pudieron ver dos corrientes, por una parte, la capacidad de un pueblo para exigir la libertad, pero también, tristemente, dice, l a capacidad de un régimen de cortarles las alas y las ansias de libertad a esa juventud cubana.
Sin embargo, para él, a pesar de que el régimen logró contener con represión las protestas, en Cuba ya hay un cambio.
“En Cuba hay un renacer de la gente joven que es la generación del cambio dentro de la isla. Esa juventud que hoy está atrapada. ¿Qué ocurre? Ellos tienen un mecanismo muy represivo, no permiten la libertad de expresión, no permiten el pluripartidismo, y la represión los mantiene en el poder”, dice el periodista.
Agrega que en su concepto ahora mismo, en la isla no hay un sistema, sino una crisis de la cual no saben cómo salir.
Terminó en un calabozo
Sobre el tiempo que estuvo encarcelado y la razón por la que lo metieron preso, Orelvis señala que estuvo 37 días.
“Mi único delito fue ser periodista independiente, ser contestario del régimen, salir a reportar la verdad, desmontar del círculo informativo a la dictadura. 37 días bajo tierra, sin oxígeno, con torturas enormes que nunca pensé vivir en mi vida”, dice Cabrera.
Pero a pesar de los momentos difíciles, señala que no se arrepiente, y que se siente orgulloso de ser parte de esa historia nueva que se está construyendo en la isla.
Tiene fe
Después de los juicios sumarios, la represión, los menores de edad en las cárceles y el código penal terrorífico que hizo el régimen tras las protestas del 11 de julio, Orelvys resalta que en las redes sociales se puede ver a las madres exigiendo un cambio dentro de la isla, y a las personas haciendo periodismo ciudadano.
“Las redes sociales y la internet desmontaron el cerco que tenía mi isla por más de seis décadas, y a través de las redes sociales se está viendo cada día que Cuba necesita y va camino a ese cambio que está a la vuelta de la esquina”, agrega.
Tienen la violencia en sus manos
El periodista dice que el régimen castrista tiene la violencia en sus manos, el poder de las armas, pero la informatización de la sociedad ha sido fundamental para que el régimen se debilite.
“¿Por qué? Porque el cubano ahora tiene la información en sus manos, porque el cubano ya no vive encerrado en esa pequeña isla, entonces están viendo, por ejemplo, todo lo que hacen los hijos y los nietos de la cúpula y ahí, los cubanos de a pie, decimos ‘¿por qué ellos viven como capitalistas y nos sumergen a nosotros en la peor de las crisis del socialismo”, enfatiza.
Cómo logró salir de la isla
El 12 de noviembre, cuando venía la marcha por el cambio convocada por el grupo Archipiélago, lo citaron, así como a todos los periodistas y activistas dentro de la isla, y le mostraron un expediente de 30 años en la cárcel.
Así que lo obligaron a que tenía que salir de Cuba antes del 1 de enero, y cayó en Rusia, un país que considera también comunista y una dictadura cruel y sangrienta como la cubana, y desde allí hizo periodismo independiente para la plataforma Cubanet y Radio Televisión Martí.
Estando allí, dice Orelvis Cabrera, lo detectaron y amenazaron, y tuvo que salir hacia Egipto, de allí tuvo que regresar a Moscú, de Moscú a otras partes, hasta que pudo llegar a Miami.
Una odisea, sobre la que está escribiendo un libro.







