El atacante de Fort Lauderdale dijo que estaba en contacto con grupos yihadistas pero el FBI no encuentra nada que lo pruebe

En su declaración posterior al ataque en el que murieron cinco personas, Esteban Santiago aseguró que participó en grupos de chats yihadistas donde se planeaban ataques. Sin embargo, el FBI no encontró rastro de esas conversaciones en los dispositivos y redes sociales usados por el acusado.

Video Un juez niega libertad condicional a Esteban Santiago, acusado de matar a cinco personas en aeropuerto de Fort Lauderdale

MIAMI, Florida.- Esteban Santiago, el veterano de guerra de origen puertorriqueño que abrió fuego el pasado 6 de enero en el aeropuerto de Fort Lauderdale (Florida), les aseguró a los agentes del FBI que había estado en contacto con grupos yihadistas y que llevó a cabo el ataque en nombre del autodenominado Estado Islámico (EI), según informó el agente especial Michael Ferlazzo en una audiencia celebrada este martes. Sin embargo, fuentes federales aseguran que no hay ninguna prueba que demuestre ese vínculo.

Antes de llevar a cabo el tiroteo, en el que murieron cinco personas, el veterano había confesado que escuchaba voces y que su mente estaba controlada por la CIA, un argumento que no esgrimió durante la entrevista de 6 horas que los agentes del FBI le hicieron tras el ataque.

En su declaración posterior al tiroteo, el acusado aseguró que participó en grupos de chats yihadistas donde se planeaban ataques, según afirmó Ferlazzo.

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No obstante, el grupo yihadista no reclamó la autoría del ataque y los investigadores no han encontrado pruebas en la computadora, el celular ni en ningún dispositivo o red social usado por el el veterano de guerra de 26 años.

Por otra parte, fuentes de la investigación le dijeron al Miami Herald que, tras entrevistar a familiares y otros testigos, tampoco han encontrado ninguna explicación que demuestre que el ataque tuvo vínculos terroristas y y los investigadores no parecen creer en la versión del lobo solitario radicalizado por propaganda yihadista en internet.

En la audiencia celebrada este martes, el fiscal dijo que Santiago es un peligro para la comunidad y que estaba en riesgo de fuga y el juez emitió una orden de detención.

Ahora, este veterano de 26 años nacido en New Jersey y criado en Puerto Rico se enfrenta a cargos de asesinato antes de la próxima audiencia que se celebrará el 30 de noviembre.

Hasta el momento, se sabe que Santiago viajó expresamente desde Anchorage, en Alaska, donde residía, hasta Fort Lauderdale para perpetrar el tiroteo en el aeropuerto, uno de los que más viajeros recibe en Estados Unidos, con una pistola semiautomática 9 milímetros y dos cartuchos con municiones como único equipaje.

Meses antes del ataque, Santiago había visitado una oficina del FBI en Anchorage diciendo que escuchaba voces y que la CIA y el FBI estaban controlandando su mente y alentándolo a unirse al grupo extremista Estado Islámico. Ese 7 de noviembre arribó al lugar agitado y con un comportamiento errático. También llevaba consigo un cartucho y había dejado su pistola y a su hijo recién nacido en el auto.

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En ese momento, la policía lo llevó a una clínica de salud mental y le retiró su arma, pero la pistola le fue devuelta al mes siguiente porque él no había sido declarado como un enfermo mental.

Su familia en el pueblo de Peñuelas, Puerto Rico, asegura que él llegó cambiado de Irak, donde combatió con las fuerzas estadounidenses por 10 meses. Y su hermano, Bryan Santiago, responsabilizó a las autoridades y cuestionó el hecho de que fue dejado por unos cuantos días en el hospital psiquiátrico.

Sin embargo, por el momento se desconoce por qué disparó indiscriminadamente en el área de recogida de equipaje del aeropuerto de Fort Lauderdale.