LOS ÁNGELES, California.- La empresa de custodio de valores privados, U.S. Private Vaults, recibió una multa de 1,1 millones de dólares por operaciones de lavado de dinero, tras admitir que ofrecían sus servicios de cajas de seguridad a narcotraficantes y otros delincuentes en Los Ángeles.
Descubiertos por el FBI: Guardaban droga, efectivo y oro de narcotraficantes
Según el FBI, la empresa recibió pagos de más 500 mil dólares para mantener a algunos de sus clientes en el anonimato y resguardar bienes que incluían efectivo, joyas, drogas, lingotes de oro y otros valores. Sin embargo, la orden de un juez dio un giro inesperado al caso.
U.S. Private Vaults, con sede principal en Nevada, operaba un centro de custodia con aproximadamente 396 cajas de seguridad, localizado en el bulevar West Olympic en el área de Beverly Hills en Los Ángeles, California.
Tras una investigación y amparados en una acusación de conspiración para violar la ley federal, agentes del FBI y la Administración de Control de Drogas de EE.UU (DEA), allanaron la propiedad de Los Ángeles en marzo de 2021.
En el operativo, los federales abrieron cada una de las cajas en el recinto y además de encontrar y decomisar drogas, armas de fuego, grandes cantidades de oro en lingotes y dinero en efectivo, encontraron documentos y otros objetos por un valor aproximado de 86 millones de dólares.
De acuerdo con los agentes federales, los bienes decomisados provenían de operaciones ilegales relacionadas con el tráfico de drogas y otras operaciones ilícitas. Sin embargo, los dueños de la empresa y sus clientes demandaron alegando que no existían pruebas a dichas acusaciones.
U.S. Private Vaults: operación privada con clientes anónimos
De acuerdo con la acusación del FBI, los clientes de Private Vault de EEUU no estaban obligados a usar sus nombres para acceder a sus cajas y la empresa utilizaba escaneos de iris de los ojos y otros medios para mantener en secreto las identidades de los clientes.
Los representantes de la empresa admitieron que reclutaban a clientes narcotraficantes, quienes pagaron más de 550.000 dólares en efectivo y bitcoins, "para almacenar el producto de sus delitos, la mayoría de las veces en fajos de billetes de 100 dólares", según el FBI.
¿Propiedades de narcotraficantes y lavado de dinero en Beverly Hills, Los Ángeles?
En el acuerdo de culpabilidad de U.S. Private Vaults se detalla que la empresa recibió los pagos de los alquileres de las cajas de seguridad, a sabiendas de que tanto el dinero como los bienes que custodiaban, en su mayoría, provenía de "las ganancias de la distribución de sustancias controladas y otros delitos".
La compañía depositaría el efectivo en bancos, utilizando el dinero para pagar los costos de mantenimiento del negocio, "promoviendo así la distribución de sustancias controladas y otros delitos por parte de sus clientes", según los fiscales federales.
¿Por qué devolver los bienes incautados por el FBI si presuntamente provenían del narcotráfico?
Pese al acuerdo de culpabilidad de la empresa, se pudo comprobar que no todos los clientes de la casa de valores estaban relacionados con ilícitos. Además, pudieron demostrar su inocencia y los atropellos que sufrieron al ser vinculados con actos delictivos y ser despojados ilegalmente de sus bienes y documentos que incluían desde colecciones de monedas, herencias de familias y títulos de propiedad.
La orden, que autorizaba el allanamiento de las bóvedas de U.S. Private Vaults, establecía que "no se autorizaba un registro o incautación criminal del contenido de las cajas de seguridad", según Rob Johnson, abogado principal del Instituto de Justicia, quien presentó una demanda por la devolución de los bienes incautados a los clientes anónimos de la empresa de seguridad.
A pesar de las instrucciones del juez, "el FBI abrió todas las cajas de la bóveda y obligó a las personas a probar su propia inocencia para recuperar su propiedad", dijo Johnson.
Los titulares de casillas que negaron culpabilidad penal solicitaron con éxito a R. Gary Klausner, un juez federal de Los Ángeles, que les devolvieran sus bienes.
La compañía se declaró culpable en marzo de un cargo federal de conspiración para lavar dinero. Los nombres de los propietarios de la empresa y sus clientes, presuntos criminales, no fueron revelados.
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