LOS ÁNGELES, California.- Una persona, que fue descrita en redes sociales como un afroestadounidense de 18 años, falleció tiroteado por la Policía de Los Ángeles el sábado tras salir corriendo de un auto sospechoso de haber sido robado.
Una persecución concluye en Sur Los Ángeles con un sospechoso muerto a manos de la Policía
Según la versión oficial, los agentes encontraron un arma de fuego en el lugar del suceso, el tercero en una semana en el sur de California en el que un hombre muere disparado por policías.


El incidente se produjo alrededor de las 13:00 entre la calle 107 y la avenida Western, en Sur Los Ángeles. Es el tercero de esta índole en el sur de California en menos de una semana, después de que un ugandés identificado como Alfred Olango muriera baleado por un policía de El Cajón el martes y el viernes otra persona afroestadounidense muriera tras una confrontación con la Policía de Pasadena.
El suceso del sábado ocurrió después de que unos agentes detectaran un vehículo que tenía placas de papel. Dieron el alto al automóvil, pero los que viajaban en su interior ignoraron la instrucción y trataron de huir, según la versión policial.
La persecución llegó en Sur Los Ángeles donde una persona se bajó del vehículo echó a correr. Varios oficiales le siguieron hasta la parte posterior de una vivienda, donde tuvo lugar el tiroteo. El sospechoso falleció en el lugar a consecuencia de las heridas de bala. El resto de las personas que iban en el automóvil, así como el vehículo en cuestión, no han sido localizados.
Las autoridades no han dado a conocer el nombre de la víctima. Sin embargo, en redes sociales ha comenzado a circular que el fallecido respondía en vida al nombre de Carnell Snell, un joven de 18 años. El resto
El nuevo tiroteo policial con resultado de un hombre negro muerto generó una pequeña protesta durante las últimas horas del sábado. Alrededor de medio centenar de personas se congregó en las calles donde tuvo lugar el fatal desenlace de esa persecución, incluida la madre de Carnell Snell, que se quejaba de que los agentes no le dejaban ver el cuerpo de su hijo.
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