Por contrabando de pornografía y un celular irá a prisión un guardia carcelario en California

Un juez federal condenó a seis meses de cárcel a un guardia por intentar contrabandear un paquete que contenía revistas y películas para adultos y un teléfono a un penal federal en Victorville.

Un agente encamina a un reo en un penal de California.
Un agente encamina a un reo en un penal de California.
Imagen Getty Images

LOS ÁNGELES, California.- Un hombre que trabajó como guardia en un penal federal en Victorville, en el sur de California, fue condenado este viernes a seis meses de cárcel y a otros seis meses en detención domiciliaria por recibir 1,000 dólares a cambio de entregar pornografía y otros artículos a un reo.

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Ignacio Adrian Sobers Jr., de 31 años y residente de San Bernardino, fue arrestado por las autoridades federales el pasado 21 de enero y dos meses después se declaró culpable del cargo de aceptación de un soborno por un funcionario público.

De acuerdo a la acusación, Sobers recibió un pago de 1,000 dólares por entregar a un reo en dicha prisión federal un paquete que contenía un teléfono celular, cuatro revistas pornográficas, un set que contenía varias películas para adultos y tres reproductores de MP3 con un contenido desconocido.

"Sobers sabía que a los internos se les prohibía poseer estos objetos", indicó en un comunicado la Oficina en el Centro de California del Departamento federal de Justicia (DOJ).

Un contacto del preso cooperó con las autoridades durante el operativo en el cual Sobers aceptó el pago y el paquete en el lote de estacionamiento de un restaurante de comida rápida en San Bernardino el pasado 21 de enero. Posteriormente lo arrestaron las autoridades.

Durante su sentencia este viernes, la jueza federal Josephine Staton expresó: "La corrupción en el sistema penitenciario no es una cuestión pequeña… Si el funcionario corrompe ese sistema, el sistema se rompe y el público paga por esa ruptura".

La investigación de este caso fue realizada por la Oficina del Inspector General del Departamento federal de Justicia.

El contrabando de teléfonos y narcóticos no cesa en las prisiones de California. Solo de enero a agosto de 2016, casi 8,000 celulares fueron decomisados en las penitenciarías del estado, un número similar a lo confiscado a lo largo de todo 2015.

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Para detener esa actividad, el Departamento de Correccionales y Rehabilitación de California (CDCR) planea contar para la primera mitad de este año con cerca de un millar de escáneres y detectores de metales en sus 35 cárceles.

Los contrabandistas de San Diego

Hace cuatro meses las autoridades desmantelaron una red de once personas, incluido un antiguo guardia, que habrían introducido narcóticos y teléfonos celulares en la penitenciaría estatal Richard J. Donovan, en San Diego, durante tres años.

Aníbal Navarro era uno de los custodios en una cárcel estatal de San Diego, cuando un reo le ofreció un negocio ilícito que no rechazó: recibir hasta 2,000 dólares cada vez que él permitiera que en ese penal entrara droga y celulares, según una acusación federal.

Navarro, de 38 años, era parte de una red de contrabandistas que introdujo una cantidad no específica de marihuana, metanfetamina, cocaína y teléfonos celulares a la penitenciaría Richard J. Donovan de Otay Mesa, en el condado de San Diego, entre abril de 2014 y junio de 2016, cuando las autoridades arrestaron al agente de correccionales.

El agente recibía un pago de entre 1,000 y 2,000 dólares cada vez que el contrabando ingresaba a la penitenciaría estatal.

Los celulares que entraban al penal se usaban para coordinar "actividades criminales dentro y fuera de la prisión", afirmó la Procuraduría federal.