El brutal asedio del narco a la producción del limón mexicano que abastece EEUU

Los productores en Michoacán y otras regiones del país sufren un asedio criminal constante que en algunos casos los ha llevado a considerar que sería mejor dedicarse a otra actividad, en lugar de jugarse la vida por cosechar limones y aguacates.

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El asedio de los carteles de la droga a la industria del limón en México ha estado en el centro de la discusión nacional en los últimos días tras el asesinato de reconocidos empresarios del sector en el país latinoamericano.

El caso que principalmente acaparó la atención de los medios fue el asesinato del líder del sector limonero en Michoacán Bernardo Bravo, quien había sido un vocal denunciante del asedio criminal a la industria en el suroeste mexicano.

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Días antes de que lo encontraran muerto con un disparo en la cabeza y huellas de tortura en una carretera de Michoacán, Bravo había encabezado una protesta de productores en contra de la extorsiones de los carteles a los productores de limón.

Tres días después del asesinato de Bravo, Javier Vargas Arias, otro empresario de cítricos, murió tras ser atacado a balazos en Veracruz.

La razón de los ataques en contra de los limoneros es la impunidad con la que operan las organizaciones criminales en esas zonas del país, en donde los carteles han impuesto su ley para controlar la producción de limones, según especialistas consultados por Univision.

El dominio del narco sobre el proceso de siembra, cosecha y distribución del limón implica además un reto para la relación comercial de México con Estados Unidos en medio de la revisión del tratado trilateral que también incluye a Canadá, llamado TMEC, dijo Alberto Guerrero Baena, experto en seguridad.

Esto porque el sector limonero mexicano, sostuvo, que exporta al año más de 700,000 toneladas al exterior, tiene como principal destino el mercado estadounidense.

Para Guerrero Baena, el involucramiento del narco en la producción de alimentos será un tema clave en la revisión del TMEC ante la catalogación por el gobierno de Donald Trump de algunos de los carteles que extorsionan a los productores como organizaciones terroristas extranjeras.

Entre los carteles considerados terroristas por Estados Unidos -y que actualmente controlan una gran parte de la producción del limón y el aguacate mexicano- dijo Guerrero, están La Familia Michoacana y el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Qué hay detrás del poder de los carteles en la producción agrícola

La libertad con la que operan en esas regiones los carteles se explica porque los criminales y las autoridades, principalmente las locales, son cómplices.

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“La delgada línea entre un político y un líder criminal en esas regiones del país es extremadamente delgada”, dijo David Saucedo, especialista en políticas de seguridad.

Saucedo agregó que la única manera de combatir a la extorsión de los carteles en estados como Michoacán es a través de la “fuerza externa” porque las policías locales operan a favor de los criminales.

“No se le puede pedir a las autoridades locales que lo hagan porque están en línea y están coludidos con ellos”, Saucedo.

Guerrero Baena, ubicado en Michoacán, sostuvo que el problema actual se origina de una dinámica criminal que data de años y que empeoró a raíz de la corrupción de las autoridades locales.

“Aquí el problema es que el tema de fondo, viene desde la raíz, desde las rancherías donde ya no entra el Estado mexicano, donde se encuentran tanto los productores como los cortadores, porque son el primer eslabón”, dijo.

Ahí, donde las autoridades parecen haber cedido el poder a carteles como los limoneros están a merced de esos grupos por lo que no les queda más opción que ceder a sus exigencias, dijo Guerrero.

“Ahí hay una repartición de territorio que se han hecho (los carteles) y que al final impide que tú en un país donde se supone que tenemos libre comercio, pues hagas esta parte de comercialización de acuerdo a tus propios intereses”, dijo.

Guerrero añadió que el poder criminal poco a poco ha impuesto cobros específicos a toda la cadena de producción de limones en Michoacán, un sistema paralelo que se extiende a otros productos como los aguacates.

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Cómo podría impactar al TMEC el control del narco en la industria agrícola

Para Saucedo la participación del narco en las múltiples capas de la economía mexicana, en particular de la producción agrícola, ya está en la mira de las autoridades estadounidenses.

Por eso es que el experto descartó que, por ejemplo, Trump recurra a más aranceles a productos mexicanos que son altamente consumidos en Estados Unidos, como el limón y el aguacate, actualmente protegidos por el TMEC.

Pero, de acuerdo con Saucedo, el gobierno de Estados Unidos tomó en cuenta la participación ilegal en la industria limonera del cartel de La Familia Michoacana, para catalogarlo como grupo terrorista.

“Esa es una de las razones, en efecto, por las cuales el gobierno norteamericano catalogó a La Familia Michoacana como grupo terrorista internacional”, dijo.

Desde que Trump asumió el poder en enero pasado, el mandatario ha mezclado el combate al narcotráfico con las negociaciones comerciales que mantiene con México. Por ejemplo, Trump justificó su primera ronda arancelaria contra México en febrero con una acusación hecha en contra del gobierno mexicano por mantener una “alianza intolerable” con los carteles.

Esos primeros aranceles también fueron impuestos contra Canadá y China, en parte porque, según el gobierno de Trump, son parte del grupo de autoridades que han sido omisas en frenar la llegada de fentanilo y migrantes a suelo estadounidense.

Por su parte Guerrero, especialista en Michoacán, dijo que el factor criminal en los sectores agrícolas podría entorpecer las negociaciones del TMEC.

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La Secretaría de Economía mexicana junto con el gabinete de seguridad del gobierno de Claudia Sheinbau, dijo, tendrán que ser claros en sus mesas de negociaciones con la administración de Trump sobre cómo combatirán el poder del narco en los sectores agrícolas.

“Tendría que analizarse en todo caso cuáles son las perspectivas que se tendrían que atacar, tomando en cuenta que muchos de estos grupos delincuenciales tienen metida la nariz en diferentes rubros del Tratado de Libre Comercio”, dijo.

“Estamos a merced del crimen organizado": el clamor de los limoneros ante el asedio criminal

La indefensión de los productores de limón y otras cosechas es tal en Michoacán que actualmente los empresarios deben pagar una tercera parte de sus ganancias al narco, dijo una productora de limón a Univision Noticias que pidió el anonimato por temor a sufrir ataques.

“Hace tres semanas el precio del limón estaba en cinco pesos el kilo ($0.27) para nosotros los productores”, dijo la empresa cuya familia lleva décadas dedicada a la producción del limón en Michoacán. “Entonces esos cinco pesos se tienen que dividir entre tres personas ahorita. Una que es la empacadora, otra que es el crimen organizado y otra para nosotros”.

Esos cobros del crimen, dijo, han ido subiendo conforme ha crecido el poderío del narco sobre el proceso completo de producción.

“Antes, le estoy hablando de unos tres años antes, se le daba nada más un peso por kilo al crimen organizado”, declaró. “Es decir, que esto ha ido empeorando”.

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Los grupos criminales se apoderan de huertas enteras de manera arbitraría, sin que los productores puedan hacer nada. Denunciar, dijo, les costaría la vida, como ocurrió con Bravo.

El caso de Bravo causó una enorme conmoción en el sector limonero porque su padre, quien tenía el mismo nombre, murió hace años también por un ataque atribuido a los carteles de la droga. Y estos dos casos no son aislados.

En el caso del joven empresario asesinado en octubre, las autoridades hasta ahora han reportado la detención de dos sospechosos. Según versiones oficiales, Bravo habría sido asesinado luego de ser forzado a asistir a un encuentro con líderes criminales. Pero los casos del padre e hijo asesinados no son aislados.

En lo que va del año han sido asesinados al menos cuatro líderes del sector limonero, incluidos los casos de Bravo, en Michoacán, y de Vargas Arias, en Veracruz.

“Desgraciadamente se ha dejado crecer el modus operandi de las organizaciones”, dijo la empresaria entrevista por Univision Noticias. “Uno no puede denunciar, para qué entrar en detalles si vimos lo que acaba de pasar con el líder (Bravo). “Uno no los puede sacar porque si uno lo intenta ya sabemos lo que va a pasar”.

La empresaria agregó que no es una opción recurrir a las autoridades locales porque los empresarios saben de la colusión con los criminales.

“La policía municipal está de parte del crimen organizado, y no podemos hacer nada, todo va a seguir igual, estamos a merced del crimen organizado”, dijo. “La industria está totalmente controlada por el crimen”.

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La desesperación es tal, declaró, que los empresarios consideran que, ante la incapacidad del gobierno mexicano en todos sus niveles para brindarles protección, sería útil el involucramiento de Estados Unidos en la solución del problema.

Ante esto, muchos productores, como ella, han pensado que sería mejor replegarse, vender su huertas antes de que el crimen se las arrebate y dedicarse a otra cosa en un lugar distinto del país.

“Ya todo mundo queremos vender, de verdad, honestamente, estamos pensando nosotros muy seriamente en mejor vender las huerta, porque al rato se van a apropiar de ellas y entonces ya las perdimos, ni ganancia les vamos a poder sacar por la venta ni nada, y ellos se van a quedar con todo”.

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