Joven se suicida tras fugarse de una clínica psiquiátrica en Los Ángeles y su familia pide investigación

LOS ÁNGELES, California.- Una familia mexicana ha pedido a las autoridades investigar una clínica psiquiátrica en Los Ángeles, de la cual se escapó un joven de 22 años que unas horas después se suicidó lanzándose de un edificio en el centro angelino el pasado 28 de diciembre.

Ulisses Polanco, nacido en Los Ángeles, fue internado en el centro médico Aurora Charter Oak, en la ciudad de Covina, en el este del condado de Los Ángeles, el 27 de diciembre, un día después de que la Policía evitó que se lanzara de un puente peatonal en Compton. El joven, quien era conductor de camiones de carga, sufría de depresión y esta se agudizaba durante las fiestas decembrinas, como contó a Univision Noticias su madre, Elsa Bonilla.

Antes de salir de su casa el 26 de diciembre, Ulisses le dijo a su mamá que se sentía "desesperado" y que no había dormido en tres días. Primero salió unos minutos a "tomar aire", pero alrededor de las 8:00 pm avisó que volvería a salir un rato. Dejó su celular y la cartera. Más tarde, su familia trató de localizarlo sin tener éxito. En la mañana siguiente se enteraron de que estaba en un centro médico.

"Me llamaron de un hospital en Downey y me contaron que trató de quitarse la vida en un puente en la Rosecreans (bulevar), en Compton", contó Bonilla, residente de Lynwood.

Postrado en una cama, el muchacho le confesó a su madre que intentó matarse, pero no lo logró porque alguien reportó su intención a la Policía. "Le dije: 'No lo vuelvas a hacer, mira por el dolor que estaría pasando'. Él no me decía nada", contó la mujer, originaria de Guerrero.

Al día siguiente, el muchacho fue trasladado a la clínica psiquiátrica Aurora Charter Oak en Covina para continuar un tratamiento médico. Su madre asegura que en el hospital le aseguraron que atenderían a su hijo durante unos días, garantizándole que contaban con medidas de seguridad eficientes para estos casos.

"Él me dijo que estaba bien, que estaría tres días encerrado y que después lo dejarían salir a un patio. Habló de hacer amigos", recuerda ella. "Regresé confiada a mi casa porque mi hijo no iba a escaparse de ahí".

Pero una hora después le llamaron de la clínica para avisarle queUlisses había huido saltando una barda. Trataron de detenerlo y pidieron ayuda a la Policía; sin embargo, la búsqueda fue infructuosa. El 28 de diciembre una llamada telefónica les dio una mala noticia.

"Nos avisaron que se había arrojado de un edificio", lamentó Bonilla.

"Me ha dejado un gran vacío"

Según su familia, Ulisses se lanzó desde un edificio de estacionamientos ubicado cerca de la esquina de las calles Figueroa y Sexta, en el centro de Los Ángeles, a 26 millas del lugar del cual escapó. Su madre cree que quizás llegó a ese sitio pidiendo a los automovilistas que pasaban que lo llevaran. Las autoridades lo identificaron tomándole las huellas dactilares.

"Se suponía que dejamos a mi hijo en un lugar seguro", reclama Bonilla. "Pedimos que investiguen a la clínica, porque esos cuidados no se dan a la gente. ¿Cuántos lo van a hacer? Entonces la clínica no sirve para nada", afirmó la mujer, quien mencionó que para llegar a la unidad donde estaba su hijo había que pasar por una reja y dos puertas. Ella dice que solo vio a dos empleados vigilando a los pacientes.

"Él iba a recibir un tratamiento que iba a quitarle la depresión y su vida iba a cambiar. Yo estaba feliz por verlo ahí. No es posible que se haya escapado", agregó.

Representantes de la clínica Aurora Charter Oak tomaron nota de la queja de esta familia por medio de las llamadas que realizó Univision Noticias, pero al momento no han comentado sobre este caso.

En su página de internet, el centro indica que sus instalaciones de 10 acres tienen ocho unidades separadas que suman 134 camas disponibles para adolescentes y adultos con problemas de salud mental y abuso de sustancias. La atención hospitalaria promedio oscila entre 14 y 28 días.

"Nos dedicamos a brindar atención de alta calidad a las personas que tienen problemas de salud mental, dependencia a sustancias o una combinación de problemas de comportamiento", señala el sitio.

El activista Cheto Polanco, tío de Ulisses, dijo que le incomodó la respuesta de un encargado del centro cuando le cuestionó sobre la fuga de su pariente. "Les llamé molesto, les dije que cómo era posible que se les escapara si él iba a estar cien por ciento seguro, siendo un peligro para él mismo y para la sociedad, como lo declaró la Policía", comentó.

"Pero el director me dijo: 'ya ves que se escapan de (la cárcel) Alcatraz, cómo no se van a escapar de aquí".

Polanco pide que la clínica cierre por esta presunta negligencia y que se le finquen cargos a los responsables de la muerte de su sobrino. "Lo canalizaron a una clínica que no hizo el trabajo correcto. Nos dijeron que en ese hospital estaría seguro. No se vale, porque es una vida", expresó.

La madre de Ulisses contó que este mostró signos de depresión durante los últimos tres años: se alejó de sus amigos, cerró su cuenta de Facebook, solo convivía con su hermano menor y renunciaba con facilidad de sus empleos porque "se enfadaba". Un tiempo tomó pastillas antidepresivas que le recetaron, pero hasta el incidente ocurrido en Compton, no había tratado de quitarse la vida, aseguró ella.

"Él dependía mucho de mí y yo de él. Me ha dejado un gran vacío", dijo Bonilla con la voz quebrada.

Esta familia ya ha buscado asesoría legal. Ulisses será velado el 11 de enero y lo sepultarán al día siguiente en el cementerio Rose Hills de Whittier.

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