Aron Carreto celebraba su cumpleaños número 10 y jugaba en las afueras del complejo de apartamento donde vive, cuando sus vecinos le lanzaron el artefacto que explotó en sus manos antes de que pudiera escapar de él. Hasta el momento el niño ha sido operado cuatro veces y necesita dos cirugías más, además de apoyo psicológico que lo ayude a superar el trauma. Esta tragedia tomó por sorpresa a la familia, quienes necesitan de toda la ayuda que puedan recibir para cubrir los gastos médicos.