LOS ÁNGELES, California.- Luis Loza, un migrante tapatío de 27 años, recuerda que en un juego de futbol en Oxnard, California, se barrió para evitar que saliera el balón de la cancha y luego no supo más. Estuvo en coma cuatro días y al despertar supo que le habían quebrado la mandíbula de un rodillazo.
Cómo un juego de futbol dejó a un migrante sin dientes, en coma y debiendo 105,000 dólares
Un tapatío casi pierde la vida en un juego de futbol amateur. Sobrevivió de un violento impacto en el rostro, pero ahora él debe miles de dólares al hospital que le atendió.

Han pasado más de dos años desde ese percance que lo tuvo al borde de la muerte, pero Loza aún lidia con las consecuencias: no ha pagado 105,000 dólares por las curaciones en el hospital, su historial crediticio se arruinó por la deuda, no tiene cinco dientes y sale poco para evitar burlas.
“Así he andado desde hace dos años”, dijo a Univision Noticias, Loza, quien llegó a este país hace una década. “Mi vida ha cambiado mucho porque ya no puedo sonreír como antes, no salgo a muchos lados, no puedo comer en público porque me da vergüenza, solo voy del trabajo a la casa”, contó.
Loza, quien hasta el día del accidente jugaba como defensa lateral izquierdo en un equipo de aficionados del balompié llamado ‘América’, asegura que durante varias temporadas él pagó una cuota de registro de 28 dólares en una liga de futbol del condado de Ventura, pero alega que jamás le explicaron que la cobertura por lesiones tenía un tope de apenas 5,000 dólares.
“En el hospital me llegó la cuenta de 105,000 dólares. La liga tenía un seguro pero era el más bajo, que nada más ofrece 5,000 dólares y con eso solo se pagó el servicio de los bomberos y la ambulancia”, dijo.
Sobreviviendo a un juego
Aquel 26 de enero de 2014, Loza jamás pensó que saldría en camilla de la cancha de futbol. Él relata que lo último que recuerda es que se barrió tratando de evitar que el balón saliera del campo, sin saber que un jugador contrario también iba tras la pelota. Ambos chocaron pero Loza sacó la peor parte: recibió un rodillazo en la boca que le quebró la mandíbula, le tumbó cinco dientes y le noqueó.
“En la cancha me estaba ahogando con la sangre, casi moría ahí. Me tuvieron que revivir”, relató.
Lo internaron en el área de cuidados intensivos de un hospital cercano. Al cuarto día del percance, Loza volvió en sí. La cirugía que le reconstruyó la mandíbula duró ocho horas. Antes de abandonar el centro médico le entregaron la cuenta: 105,000 dólares.
“Al final me mandaron a una empresa de cobro de morosos por esa deuda tan grande”, dice el inmigrante, quien por la recuperación tuvo que dejar de trabajar durante seis meses en los campos de Ventura. Ahora trabaja en una empacadora, pero su raquítico sueldo no le alcanza para comprar una dentadura postiza. Los dientes que no se le cayeron en el accidente le quedaron flojos y también se los tienen que retirar.
“Anduve preguntando y los dentistas me dicen que me cuesta 12,000 dólares, otros me dicen que 14,000 dólares”, dijo el tapatío.
Es común que en las ligas deportivas de aficionados la responsabilidad por los gastos de lesiones recaiga sobre los jugadores. La recomendación de los expertos es que se compre una póliza médica adecuada.
Con pocas protecciones
Rubén Gutiérrez, director ejecutivo de la Liga de Futbol del Condado de Ventura, organización donde Loza no era un afiliado, explica que los más de 200 jugadores de que forman 16 equipos tienen una cobertura médica mínima que compran pagando una cuota de 25 dólares al inicio del torneo.
“Cuando se registran se les explica que es un deducible de 500 dólares por si se les tuerce un tobillo o algo no tan grave”, dijo Gutiérrez. “Es una cobertura básica dentro de los 90 minutos que dura el juego. Todas las ligas (amateur) deben de tener seguro médico”, agregó.
Para los accidentes graves, como el de Loza, hay opciones para solventar los gastos médicos.
“Tiene que ir al hospital y preguntarle sobre su programa de Charity Care (que ayuda a personas de bajos recursos) y esa cuenta va a ser reducida drásticamente y puede ser reducida hasta a cero”, aconsejó Nancy Gómez, representante de Health Access California, a Univision 34.
Gómez recomendó a los deportistas amateur considerar una cobertura sanitaria adecuada. “Si es una póliza de 300 dólares por mes cuando uno tienen en cuenta de que puede llegar a sufrir un accidente donde le van a cobrar 100,000 dólares, sí vale la pena pagar una póliza que cueste 300 dólares”, dijo.
Este jueves, Loza planeaba acudir con un grupo de dentistas en el condado de Los Ángeles que le han ofrecido ayudarle. “Yo quiero volver a tener mis dientes”, dice el mexicano.
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