HOUSTON, Texas. – Una denuncia de un adolescente guatemalteco de 16 años en contra de uno de los cuidadores del refugio migratorio donde fue alojado en Houston, tras cruzar la frontera sin compañía de un adulto, tiene tras las rejas a un empleado bajo cargos de indecencia con un menor por contacto sexual.
Un adolescente guatemalteco denunció que fue manoseado por un empleado de un centro migratorio en Houston
“La víctima le pidió prestado un teléfono celular al acusado para llamar a su familia en Guatemala y este accedió, pero le dijo que a cambio tenía que hacerle un favor sexual", se lee en la acusación contra Edgar Alexander Campos, de 23 años, quien enfrenta cargos de indecencia con un menor.

El acusado fue identificado como Edgar Alexander Campos, de 23 años, quien trabajaba en el centro St. Michael's Home For Children, de la organización Caridades Católicas en Houston.
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Campos es señalado de tocar los genitales del menor en dos ocasiones sin su consentimiento el pasado 20 de agosto de 2018, según declaraciones de la víctima consignadas en el documento de la acusación.
“La víctima le pidió prestado un teléfono celular al acusado para llamar a su familia en Guatemala y este accedió, pero le dijo que a cambio tenía que hacerle un favor sexual. Cuando el chico le regresó el teléfono, Campos metió su mano entre sus pantalones y le manoseó los genitales por al menos 15 segundos, sin consentimiento del chico”, se lee en los documentos judiciales.
El supuesto abuso no paró allí. Ese mismo día, cuando la víctima dormía, Campos ingresó a su habitación y volvió a tocarle sus genitales. “La victima declaró que asustó al acusado al despertarse y este huyó pronto del cuarto”, agrega la acusación.
Después de los dos incidentes, Campos buscó al inmigrante y le pidió excusas por sus acciones.
Al revisar los registros médicos del adolescente, los investigadores se dieron cuenta de que había reportado la agresión a una doctora durante una revisión casi dos meses después.
Durante la investigación en contra de Campos, este aceptó reunirse con los detectives del caso y durante un interrogatorio admitió que había entrado en al menos dos ocasiones a los cuartos donde duermen los chicos y que había sido reprendido por hacerlo. Dijo, además, que conocía al denunciante y “que tenía una relación más cercana con él”.
Al momento de la presunta agresión, Campos tenía bajo su cuidado a 32 menores de edad.
En videos de vigilancia del centro, obtenidos por los investigadores, se observa al acusado entrar en cuatro ocasiones a los cuartos de los niños, en horas no permitidas. Y en contra de las reglas del lugar, el 5, 19 y 20 de agosto y el 7 de septiembre.
En la grabación del 20 de agosto, los investigadores comprobaron la versión dado por el adolescente. Se ve cuando Campos ingresa al cuarto y sale de allí 30 segundos después.
Las pesquisas también descubrieron que el empleado del refugio supuestamente había solicitado favores sexuales a otros niños en el lugar a cambio de dulces. Los detectives entrevistaron a varios testigos que consideran creíbles.
Campos ya no trabaja en este refugio, de acuerdo con la organización Caridades Católicas.
“Cuando fuimos informados de la conducta inapropiada del empleado en St. Michael’s Home for Children, lo suspendimos ese mismo día y luego fue despedido. Además, el mismo día que recibimos el reporte del incidente, lo denunciamos a las autoridades”, dijo la organización en una declaración escrita enviada a Univision 45.
En el mismo mensaje se lee que la prioridad de Caridades Católicas es ofrecer un ambiente seguro para los niños que tienen a su cargo y que están cooperando con las autoridades.
Campos está detenido con una fianza de 30,000 dólares.
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