Al menos una decena de personas murieron por sobredosis de opiáceos que consiguieron legalmente en Wal-Mart, de acuerdo con una investigación de dos años de la Fiscalía del Distrito Este de Texas.
La fiscalía texana que desafió a Walmart
Una investigación de dos años de la Fiscalía del Distrito Este de Texas descubrió la inacción de la compañía frente a decenas de recetas de opiáceos sospechosas que causaron al menos una decena de muertes.


La investigación ha sido liderada por Joseph D. Brown, el fiscal del distrito, republicano y ratificado por el presidente Donald Trump, y quien ganó con facilidad las primarias de su partido por el condado de Grayson County (norte de Dallas).
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En esos dos años, la Fiscalía (nombrada y ratificada por funcionarios republicanos) consiguió reunir lo que juzgaron, sería suficiente para que la administración Trump tomara medidas. El caso fue rechazado aunque las investigaciones individuales continúan, de acuerdo con las autoridades texanas.
La compañía ha descalificado al fiscal Joe Brown y a su equipo y ha presionado a funcionarios de la Administración Trump para desechar la investigación desde 2018, de acuerdo con una investigación de ProPublica.
De acuerdo con la investigación, los medicamentos distribuidos por la tienda se vinculan por lo menos con la muerte de una decena de personas. El equipo de la fiscalía incluyó a expertos como Heather Graham, una oficial con 20 años de experiencia en la persecución y condena de narcotraficantes.
Presiones en Washington
La Fiscalía texana comenzó la investigación cuando empleados de Wal-Mart alertaron en 2016 de que un número inusualmente alto de clientes presentaba recetas de dos médicos: Howard Diamond y Randall Wade.
Los fiscales texanos consiguieron vincular recetas de Diamond y Wade recibidas por Walmart con múltiples muertes. Los dos médicos fueron condenados a 10 y 20 años de cárcel respectivamente en el curso de la investigación en el estado de Texas.
El corporativo respondió que los empleados debían limitarse a revisar caso por caso. El grupo liderado por Brown consiguió una audiencia con la DEA y con el Departamento de Justicia para exponer su caso. El daño de vender opiáceos sin control es legalmente comparable a distribuir heroína, expuso Rattan, especialista del condado de Collin (McKinney).
La ley federal indica que si una persona o institución distribuyó y vendió drogas sin justificación médica es igualmente culpable si lo hizo con intención o ignorándolo. El caso del grupo de Brown era que Wal-Mart sabía que sus empleados habían alertado de las irregularidades y aun así, siguió adelante.
Aun así, el caso fue rechazado por el Departamento de Justicia. Los funcionarios federales pidieron a los fiscales texanos que actuaran contra los vendedores y gerentes de las tiendas involucradas de forma individual, pero acusan que oficiales de la Administración federal han continuado protegiendo a la compañía, de acuerdo con ProPublica.
La investigación sigue adelante
Wal-Mart ha contratado a Jones-Day, una firma de abogados vinculada a varios funcionarios de la Administración Trump, y aunque ha negado su responsabilidad en el caso, ha puesto en la mesa la posibilidad de llegar a un acuerdo fuera de tribunales en caso de que los familiares afectados decidan presentar una demanda civil.
La compañía ha incluso descalificado a la Fiscalía texana, de acuerdo con un comunicado enviado a ProPublica. “La Fiscalía del Distrito Este de Texas ha caído en varias malas prácticas en su investigación contra Wal-Mart. Han amenazado a empleados de que presentarán cargos criminals sin fundamento para intentar extorsionar a la compañía de llegar a un acuerdo fuera de tribunales”.
En respuesta, Brown argumenta que la investigación que comenzó su Fiscalía ha provocado que se hayan iniciado investigaciones similares sobre las prácticas de Walmart en la venta de medicamentos en al menos 30 estados. “Las investigaciones continúan [en Texas]” afirmó en un comunicado por escrito, en el que añadió que no puede dar mayores detalles por tratarse de una investigación en curso.
“Walmart decide atacar a los investigadores con tal de cambiar el tema. Tenemos confianza en que los hechos y las pruebas dejarán claro cuál es el verdadero problema. El objetivo de nuestra oficina no es avergonzar a una compañía”.















