Cómo afecta a Texas el cierre del consulado chino en Houston, el más antiguo en Estados Unidos

El consulado de China en Houston fue abierto al restablecerse las relaciones entre los dos países en 1979. Analistas temen las consecuencias que el movimiento tendrá en las universidades locales y la industria de Texas.

Video Conflicto diplomático y tensión por la orden de cierre del consulado de China en Houston

La orden del cierre del consulado chino en Houston es la mayor sanción diplomática que Estados Unidos ha impuesto a un gobierno extranjero en su territorio. China tiene 72 horas para abandonar la sede que atendía no solo a sus ciudadanos en Texas, sino en otros siete estados y Puerto Rico.

El cierre del consulado chino en Houston supone un movimiento inédito en la historia diplomática reciente de Estados Unidos. En plena Guerra Fría, el Gobierno estadounidense no pidió la expulsión de una misión entera de la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Durante la crisis de los rehenes norteamericanos en la embajada de Teherán, entre 1979 y 1981, los enviados iraníes (cerca de una docena) abandonaron la embajada de Washington sin que el Departamento de Estado -que actualmente gestiona el edificio- les impusiera un plazo. Estados Unidos había declarado como persona non grata a diplomáticos extranjeros, pero no había exigido el cierre de la representación entera de una misión foránea desde la Segunda Guerra Mundial.

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La decisión sin precedentes del gobierno del presidente Donald Trump afecta a uno de los cinco consulados de Pekín en territorio estadounidense y al más antiguo desde que Washington restableció relaciones con el gobierno comunista en 1979. Incluso más antiguo que el de San Francisco, que abrió sus puertas ese mismo año.

El consulado chino en Houston atendía a los residentes de ciudadanía china no solo en Texas, sino también en Florida, Georgia, Oklahoma, Louisiana, Alabama, Arkansas y Mississippi: es decir, cerca de un 10% del total de chinos que viven en EEUU, según datos del último censo.

“La señal que ha enviado el gobierno de EEUU [al gobierno chino] es muy clara: ya no son bienvenidos aquí”, explica el diplomático Jorge Guajardo, excónsul en Austin y exembajador de México en China.

Golpe a las universidades

Las consecuencias geopolíticas de la decisión de Trump en Houston tendrán un impacto en el intercambio económico entre los dos países, explicó Guajardo. Específicamente, en las universidades. Una tercera parte de todos los estudiantes universitarios extranjeros en EEUU son chinos, de acuerdo con el think tank Macro Polo, especializado en temas del país asiático.

“Esta decisión, por lo pronto, afectará a las universidades que de por sí ya enfrentan serios problemas financieros por la emergencia del coronavirus”, afirmó Guajardo. “Este ha sido el primer año en que más estudiantes chinos se han inscrito a universidades del Reino Unido que en Estados Unidos, que tradicionalmente había sido el número uno”.

Las tensiones políticas entre el régimen chino y Estados Unidos, en concreto con las universidades texanas no son nuevas. El senador Ted Cruz y los congresistas Michael McCaul y Henry Cuéllar advirtieron a varias universidades texanas de una supuesta “intromisión” del gobierno chino a través de programas educativos en 2018.

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Tras la decisión de Trump, el Ministerio de Exteriores chino emitió una nueva advertencia a estudiantes chinos en Estados Unidos para que se preparasen si eran objeto de interrogatorios arbitrarios, la confiscación de bienes e incluso posibles detenciones.

China, el tercer socio de Texas

A esto hay que añadir, además, que la presencia china en Texas, el epicentro energético de Estados Unidos por su producción en petróleo y gas, es estratégica. China es el tercer país con más inversiones en el estado, detrás de México y Canadá. Houston y Dallas, por ejemplo, son dos de las 14 ciudades que ofrecen vuelos directos a China.

La Casa Blanca justificó la orden al Gobierno chino de que abandonase su sede en Houston “para proteger la propiedad intelectual estadounidense y su información privada”, de acuerdo con un portavoz del Departamento de Estado.


El senador Marco Rubio llamó al consulado un “centro masivo de espías”, mientras que Ted Cruz ironizó en su cuenta de Twitter con una imagen de la sede de los Dallas Mavericks, con cuyo dueño (Mark Cuban) mantuvo una discusión sobre China en los últimos días.

Hay razones para justificar las sospechas sobre las actividades del consulado en Houston, especialmente por encontrarse en el epicentro de la industria energética de EEUU y ser el único situado en un estado republicano. “Ha habido varios incidentes [vinculados con el gobierno chino] que han involucrado a compañías energéticas, a consultores en ingeniería y a otros contratistas”, tuiteó el analista Bill Hayton, del think tank Chatham House, con sede en el Reino Unido.

El analista de seguridad, Christopher Burgess, que trabajó más de 30 años en la CIA, explicó que la decisión de quemar los documentos que se encontraban en el consulado indican la urgencia con que las autoridades chinas fueron avisadas de la orden de Trump.

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"En mi experiencia, y sí, he quemado algunos documentos en más de una ocasión, esto ocurre cuando tienes poco tiempo. Esto indica que esta es una semana ocupada en el Departamento de Estado", explicó Burgess.

Guajardo considera que la solución del gobierno de Trump puede resultar peor que la enfermedad. “Veremos una desbandada de estudiantes chinos a otros países y eso perjudicará a las universidades estadounidenses: es un golpe a la educación y a la industria”.