El día que Chance Michael Moseley presuntamente le quitó la vida a su madre

Los acontecimientos previos al momento de la muerte de Nita Marie Moseley, de 33 años, fueron narrados por el propio Chance Michael Moseley a su padre, Michael.

Nita Moseley y Chance Moseley
Nita Moseley y Chance Moseley
Video Familiares describen la infancia del joven que presuntamente mató a su madre

Nita Marie Moseley, de 33 años, fue apuñalada más de 50 veces y estrangulada con el cable de un electrodoméstico. Su cuerpo, que yacía boca arriba en un charco de sangre seca, fue encontrado por un vecino el 26 de septiembre de 2015, una semana después de ocurrido el crimen.

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El hijo de la víctima, Chance Michael Moseley, quien tenía 14 años al momento del incidente, fue acusado del crimen y se encuentra detenido en una prisión juvenil. Los investigadores del caso sostienen que el joven admitió haber apuñalado y estrangulado a su madre, pero el chico le contó otra versión de los acontecimientos a su padre, identificado como Michael.

Según relató el muchacho, todo empezó cuando la madre fue a recoger un dinero que un amigo le había prestado para pagar los servicios de la casa que habían sido desconectados y también para pagar la renta, reabastecer el auto con gasolina y comprar comida.

Llevaban varias semanas sin tener nada que comer en la casa porque no tenían electricidad ni agua, entonces no tenían la estufa o el refrigerador funcionando. Además la madre no había matriculado a Chance en la escuela.

Tras recoger el dinero, venían de regreso a casa y ella se habría detenido en una “casa de drogas”. Allá estuvo, según el chico, por varias horas. Él entró también y se puso a jugar video juegos en tanto su madre se drogaba en uno de los cuartos.

Según Michael, el padre de Chance, esa no fue la única ocasión que el chico fue a ese lugar ni tampoco la primera vez que le tocaba presenciar cuando su madre se drogaba.

Después de estar en ese lugar por alrededor de cinco horas, Chance le habría pedido a su madre que se fueran. Luego la acompañó a la estación de gasolina y a la tienda a comprar comida. Durante el recorrido ella se la pasó en el teléfono enviando textos y supuestamente haciendo planes para encontrarse con amigos e irse de rumba. Chance se molestó y le reclamó diciéndole que tenía que cambiar su forma de vida.

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Eso habría iniciado a una discusión entre ambos que se extendió hasta llegar a la casa. Discusión que terminó con su la madre muerta y el chico fugitivo.

Chance nunca admitió a su padre o a su abuelo que él fue quien acuchilló a su mamá. Les contó una versión que al parecer no concuerda con las evidencias que tienen los detectives del caso y con la confesión que presuntamente el chico hizo.

El adolescente dijo además que tras la discusión, ella empezó a tirarle cosas y a pegarle. Tuvieron una fuerte pelea y él se fue a su cuarto y se puso los audífonos para escuchar música.

Versiones de los investigadores dan cuenta de que la escena del crimen era caótica, sangrienta y había destrozos por todas partes.

Luego la madre habría venido a preguntarle algo y de repente la vio que se estaba apuñalando ella misma y terminó tendida en el piso. Cuando él se acercó, ella ya estaba muriendo y como se percató que estaba sufriendo mucho, sintió pena. Entonces la apuñaló en el cuello y tomó un cable de un electrodoméstico en la cocina, lo envolvió en su cuello y la estranguló. " Ella ya estaba muriendo papi, yo solo la terminé (finished her up)", recuerda Michael que le dijo su hijo.

Después de lo acontecido, el chico habría tomado un baño, se habría cambiado la ropa y tomado el dinero de su madre y su auto para irse a 'pasear'.

Los detectives y fiscales que estuvieron a cargo del caso han descrito la escena del crimen como ‘muy sangrienta, extremadamente violenta y brutal'.

El chico, al comienzo de las investigaciones, habría admitido a los investigadores, en interrogatorio privado que autorizó el padre, ser el autor del crimen. Desde entonces se encuentra detenido en una prisión juvenil del condado Galveston en Texas, en espera de ser juzgado.

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El pasado mes de mayo, el juez John Grady, del tribunal juvenil número uno en el condado Galveston, determinó que Chance fuera transferido a un tribunal criminal dentro del mismo condado, donde será juzgado como adulto.

La decisión del juez Grady se produjo después de una audiencia de cuatro días en la que los fiscales del caso presentaron evidencia de la gravedad del crimen, junto con los resultados de evaluaciones psicológicas realizadas al adolescente.

Dichas evaluaciones demostraron que el chico, quien al momento de la evaluación tenía 15 años, no tiene ningún déficit intelectual o ingenuidad comparado con otros jóvenes de su misma edad.

Una de las psicólogas que evaluó a Chance también hizo notar durante la audiencia que el chico tuvo algunas dificultades durante su crianza, específicamente el presunto abuso por parte de su madre que condujo a que la agencia de protección al menor CPS tuviera su custodia en varias ocasiones.

Tras la decisión del juez que determinó transferir el caso de Chance a una corte de adultos, Joel Bennett, un abogado de oficio asignado al adolescente, presentó una apelación para que esa decisión sea revertida. Aún no se sabe qué va a pasar con su caso, pero el abuelo y el padre de menor esperan un resultado positivo, sin dejar de ser realistas.

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