Las circunstancias de la vida de Chance Moseley que pudieron haberlo llevado a cometer el crimen del que lo acusan

Chance Michael Moseley, de 15 años, no tiene un historial de mala conducta o comportamientos agresivos pero está acusado de asesinato en primer grado por la muerte de su madre Nita Marie Moseley y el bebé que ella llevaba en su vientre.

Nita y Chance Moseley
Nita y Chance Moseley

Los niños por lo general tratan de ser lo mejor que pueden cuando se les da la oportunidad, pero hay elementos que pueden influenciarlos a tener comportamientos positivos y comportamientos negativos, explica la psiquiatra infantil Soad Michelsen, de Clarity Child Guidance Center, una organización sin ánimo de lucro dedicada al tratamiento de niños que sufren de problemas serios de salud mental.

Michelsen señala que esos elementos pueden ser externos y tienen que ver sobretodo con las vivencias o los ejemplos que los niños han tenido. También hay un componente relacionado con el temperamento o la capacidad del niño para adaptarse a situaciones difíciles o incorporar las situaciones positivas. Así mismo, hay un factor biológico o genético que también puede influir en el comportamiento, es decir, algunos niños nacen con una predisposición a sufrir enfermedades mentales como la depresión, el trastorno bipolar o la psicosis.

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“Yo invito a la gente, cuando hay asuntos como estos (el caso de Chance Moseley), a no juzgar al niño directamente, sino que se debe analizar la situación en general y ver qué se hubiera podido hacer diferente para que esa persona hubiera estado menos expuesta a trauma, porque no hay duda, por lo he escuchado del caso, que hubo eventos traumáticos”, dijo Michelsen.

No hay registros de que Chance Moseley hubiera tenido problemas de conducta, a pesar de que desde muy pequeño vivió situaciones difíciles relacionadas con negligencia por parte de su madre y fue puesto bajo la custodia de CPS en al menos dos ocasiones.

De acuerdo con Estella Olguin, vocera del Departamento de Familia y Servicios Protección al Menor en Houston, nunca hubo quejas de problemas de conducta, pero lo que sucede muchas veces con los niños que viven en un hogar con mucha violencia o problemas de abuso de drogas es que terminan traumados.

“No sabemos todo lo que el niño pudo haber visto o lo que le pudo haber pasado porque estaba muy pequeño [cuando se presentaron los casos de negligencia de su madre]”.

Según Olguín, cuando un niño pequeño sufre de descuido o negligencia, no se sabe qué tipo de gente viene y tiene contacto con el o qué otro abuso puede sufrir por el estilo de vida de sus padres.

“A veces el descuido es mas traumático que el abuso físico, porque los golpes después de una vez, el dolor para, pero con el descuido el dolor sigue , aunque sea el dolor mental o de otras maneras”, explicó Olguín.

Olguín dijo que la última vez que Chance regresó con su madre, ella estaba tratando de cambiar y al parecer estaba haciendo lo que necesitaba hacer para conservar a su hijo.

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“Pero a veces las cosas cambian y el niño vuelve a estar en riesgo otra vez, porque los papas siguen usando [drogas] y es cuando nosotros dependemos de la comunidad, de los vecinos o la familia [para notificar de lo que está ocurriendo]”, explicó Olguín. “Si alguien nos hubiera llamado, hubiéramos podido evitar la tragedia [del asesinato de Nita Moseley].

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