HOUSTON, Texas. - Rubén Gutiérrez, de 44 años, logró que el Estado de Texas retrasara su ejecución programada para el 27 de octubre, aafirma que se está violando el derecho a la libertad de religión al no permitir que un sacerdote le administre la extremaunción antes de recibir la inyección letal, señala la agencia de noticias AP.
Texas detiene la ejecución de otro reo que pide la presencia de su líder espiritual en sus últimos momentos
Rubén Gutiérrez logró que el Estado retrasara su ejecución programada para el 27 de octubre, porque afirma que se está violando el derecho a la libertad de religión al no permitir que un sacerdote le administre la extremaunción antes de recibir la inyección letal.

Gutiérrez fue condenado a la pena capital al ser encontrado culpable de golpear y apuñalar a muerte a Escolástica Harrison, de 85 años, durante un robo en 1998 en Brownsville, Texas. Desde 1999 ha estado en el pabellón de la muerte y espera ser ejecutado en la prisión de Huntsville.
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El 16 de junio del 2020, la Corte Suprema de EEUU detuvo la ejecución de Gutiérrez, una hora antes de que se le aplicara la inyección letal, porque no se permitió que su guía espiritual estuviera con él.
En agosto del 2021, los abogados que representan al hispano presentaron una demanda ante un tribunal federal. La querella alega que la negativa viola la cláusula de Libre Ejercicio de la Primera Enmienda y la Ley de Uso Religioso de la Tierra y Personas Institucionalizadas del 2000, indica AP.
Su familia cree en su inocencia
La esposa, familiares y amigos de Gutiérrez continúan luchando porque se reconozca su inocencia y por sus derechos religiosos.
El sábado 18 de septiembre los partidarios del hispano se reunieron frente al Centro de Justicia Criminal del condado Harris para protestar pacíficamente.
“Se han emitido cinco órdenes de ejecución en los últimos dos años y medio para Gutiérrez. Nunca se ha realizado una prueba de ADN sobre las evidencias en su caso y ahora sus derechos religiosos están siendo violados por la política de TDCJ”, indica el comunicado que convocó a la protesta pacífica.
Por su parte su esposa, Nicie Gutiérrez, exige que se le permita morir de acuerdo con sus creencias religiosas.
“Mi esposo es un católico romano devoto y se le deben administrar los últimos rituales de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia Católica y a las creencias de Rubén”, señala la mujer.
Un juez concedió el miércoles pasado la solicitud de anular la fecha de ejecución. Los fiscales dijeron que la decisión que la Corte Suprema de EEUU tome en cuanto al caso de John Henry Ramírez, afectará el caso de Gutiérrez.
Es la segunda ejecución que se detiene en menos de un mes
El de septiembre la Corte Suprema detuvo la ejecución de John Henry Ramírez, que estaba programada en la prisión de Huntsville, Texas, al norte de Houston. El exmarine había demandado al estado pidiendo la imposición de manos de su pastor antes de recibir la inyección letal.
Ramírez iba a ser ejecutado en la cárcel Walls Unit en Huntsville, Texas , por el asesinato de Pablo Castro en el 2004, cuando apuñaló 29 veces al hombre, de 45 años, después revisó sus bolsillos y huyó con sus cómplices con 1 dólar 25 centavos. Su última voluntad era que su guía espiritual estuviera presente cuando muriera.










