HOUSTON, Texas- Dos autoproclamados líderes religiosos fueron arrestados y federalmente acusados por operar una red de trabajo forzado y lavado de dinero que afectó a personas en varios estados de EEUU, incluyendo Michigan, Florida, Texas y Missouri.
Dos autoproclamados líderes religiosos son acusados de manipular a feligreses para obtener millones de dólares
Dos líderes de la organización Kingdom of God Global Church fueron arrestados por presuntamente someter a sus seguidores a trabajos forzados y usar la manipulación psicológica para obtener millones de dólares en donaciones, informó el Departamento de Justicia de EE. UU. Los acusados fueron identificados como David Taylor, de 53 años, y Michelle Brannon, de 56 años.

David Taylor, de 53 años, y Michelle Brannon, de 56 años, dirigían la organización conocida como Kingdom of God Global Church (antes Joshua Media Ministries International).
"Combatir la trata de personas es una prioridad máxima para el Departamento de Justicia", dijo el Fiscal General Adjunto Harmeet K. Dhillon, de la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia. " Estamos comprometidos a perseguir y poner fin implacablemente a este flagelo y obtener justicia para las víctimas”.
La esclavitud que se vivía en los call center de la megaiglesia
Bajo cargos presentados por un gran jurado federal en el Distrito Este de Michigan, se les acusa de obligar a las víctimas a trabajar en centros de llamadas para solicitar donaciones millonarias destinadas a mantener un estilo de vida lujoso para ellos mismos.
Según el expediente, Taylor, quien se hacía llamar "Apóstol", y Brannon, su directora ejecutiva, controlaban completamente la vida diaria de los trabajadores, a quienes llamaban "portadores de armadura", sirvientes personales sin salario que debían cumplir sus exigencias 24 horas al día.
Los "portadores de armadura" vivían en las instalaciones del centro de llamadas o en casas ministeriales, sin permiso para salir, y eran sometidos a abusos psicológicos y físicos, privaciones, humillaciones públicas y amenazas de castigos divinos si no alcanzaban las metas financieras impuestas o desobedecían órdenes.
Se señala que las víctimas debían cumplir con rígidas cuotas de recaudación diaria, semanal, mensual y anual, bajo la constante vigilancia y amenazas de Taylor y Brannon.
Las mujeres y los recaudos
Además, se les obligaba a transportar mujeres a diferentes lugares y a asegurar que estas tomaran anticonceptivos de emergencia.
Los fondos recaudados, que desde 2014 se estiman en cerca de 50 millones de dólares, fueron utilizados para adquirir propiedades lujosas, vehículos de alta gama y artículos recreativos costosos como botes, motos acuáticas y vehículos todo terreno.
"El lavado de dinero es una evasión fiscal en progreso, y en este caso, las ganancias financiaron una supuesta red de trata de personas y apoyaron un estilo de vida de lujo bajo la apariencia de un ministerio religioso", dijo la Agente Especial a cargo Karen Wingerd de Investigación Criminal del IRS, Oficina de Campo de Detroit.
Las autoridades federales destacaron que este caso representa una combinación grave de tráfico de personas y evasión fiscal a través del lavado de dinero. La investigación involucró al FBI y a la Unidad de Investigación Criminal del Servicio de Impuestos Internos (IRS-CI), y contó con apoyo de diversas oficinas federales y fuerzas locales en varios estados.
Taylor y Brannon enfrentan diez cargos por conspiración para cometer trabajo forzado, trabajo forzado y conspiración para lavado de dinero. De ser encontrados culpables, pueden recibir hasta 20 años de prisión y multas millonarias.
Ambos acusados deben comparecer en cortes de Durham, Carolina del Norte, y Tampa, Florida, respectivamente. Se insta a quienes tengan información sobre casos de trata de personas a contactar la línea directa nacional disponible las 24 horas.
¿
Qué tiene que ver esto con Houston?
El FBI Houston le informó a Univision 45 que durante la mañana del 27 de agosto estuvo presente en la cuadra 14300 de la Autopista Norte en Houston, TX, realizando actividades policiales autorizadas por el tribunal.
Univision 45 pudo conocer que Houston fue una de estas sedes de call center y en donde varios de los feligreses supuestamente fueron afectados.
Tras la condena, los presuntos delitos conllevan las siguientes penas
- Conspiración para cometer trabajos forzados: hasta 20 años de prisión y una multa de hasta $250,000.
- Trabajo forzoso: hasta 20 años de prisión y una multa de hasta $250,000.
- Conspiración para cometer lavado de dinero: hasta 20 años de prisión y una multa de hasta $500,000 o el doble del valor de las propiedades involucradas en las transacciones de lavado de dinero.










