Tanto el Departamento de Policía de Bakersfield y la Oficina del Alguacil del condado de Kern, dos agencias policiales que tienen un pasado oscuro en cuanto a denuncias sobre el uso excesivo de la fuerza y otras conductas de abuso, hoy rechazadas más que nunca a propósito de la muerte del afroestadounidense George Floyd mientras se encontraba bajo custodia policial.
Agencias de California son investigadas por liderar casos de arrestos policiales con resultado mortal
El uso excesivo de la fuerza y otras malas conductas fueron las razones para que el Departamento de Justicia de California abriera una investigación en contra de dos agencias policiales del condado de Kern en el 2016, la cual se mantiene abierta.


En el 2015, una investigación del periódico británico The Guardian reveló que al menos 1.5 personas entre 100 mil residentes eran asesinadas en manos de la policía. Sólo ese año se contabilizaron 13 decesos, mientras que el Departamento de Policía de Nueva York, cuya población es 10 veces mayor a la del condado de Kern, registró 9 muertes, remarca la publicación.
A raíz de la presión mediática, la opinión pública y los propios reclamos de las familias afectadas, en el 2016, el Departamento de Justicia de California decidió abrir una investigación en contra de ambas agencias del orden: la Oficina del Alguacil del condado y la Policía de Bakersfield por suspuestos abusos en contra de los derechos civiles de los sospechosos.
Esta investigación continúa en curso, confirmaron los respectivos voceros de las instituciones cuestionadas, sin embargo, no pueden hacer comentarios al respecto.
Por su parte, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) dijo estar consciente de esta situación, pues ya en el 2017 la organización había hallado evidencia que las autoridades del orden, tanto del Alguacil como la Policía " se han involucrado en patrones y prácticas que violan los derechos civiles".
Uno de los casos que remeció a la comunidad hispana de Bakersfield fue el caso de Francisco Serna, abatido por un agente en diciembre de 2016. El hombre de 73 años y quien padecía demencia, recibió siete impactos de bala mientras daba un paseo nocturno cerca de su domicilio. Según el parte oficial, los policías atendieron un reporte de 'alguien merodeaba el vecindario portando una pistola'.
La familia de Serna aún clama justicia.





