OROVILLE, California.- El rostro humano de la tragedia tras los incendios en California también tiene rasgos latinos. Uno de ellos es Wilson Guerrero, un migrante originario de Lempira, Honduras quien llegó a Estados Unidos hace 11 años con el sueño de comprar tierras y cultivarlas como aprendió de su padre.
"Me levantaré de las cenizas, como el ave Fénix": agricultor pierde su casa en el incendio North Complex
El incendio North Complex ha devorado miles de acres a su paso en el norte de California, y ya dejó varias personas muertas y desaparecidas. Quienes viven para contarlo, se enfrentan a la difícil tarea de volver a empezar de cero, como Wilson Guerrero, a quien el siniestro no solo le quitó su casa y pertenencias, sino también le arrebató su sueño americano.


Wilson llegó de Carolina del Sur hace cinco meses a California e inviertió sus ahorros en un terreno en Berry Creek para cultivar uvas. Estaba emocionado, compró maquinaria y contrató a cuatro trabajadores. Su sueño americano por fin daría frutos, en este caso literalmente.
Pero como si se tratara de una película, un giro dramático en el guión acabó con sus sueños. Por las noticias, Wilson escuchaba sobre los incendios que arrasaban el norte de California, pero se aferró a la esperanza que el siniestro fuera controlado con el paso de los días.
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La madrugada del 10 de septiembre, Wilson despertó por el fuerte olor a humo y calor. El fuego se acercaba cada vez más a su propiedad pero no era una pesadilla. Buscó sus dos mascotas, tomó una maleta con documentos importantes y salió rápidamente en su camioneta para salvar su vida.
" Estaba soplando bastante viento ese día y se vino todas las olas de fuego pegando por todos lados", dijo a Univision 19. "Salimos pero por todo el camino había incendios".
En un afán pararescatar algo, Wilson intentó volver un día después de haber evacuado, pero fue demasiado tarde; el incendio había arrasado con todo en un abrir y cerrar de ojos. "T odo lo que antes era una propiedad hermosa ahora es cenizas y escombros" lamentó.
Guerrero perdió unos quinientos cincuenta mil dólares, incluyendo la casa, cabaña y las máquinas para el cultivo de uvas. Su propiedad no estaba asegurada y en su desesperación, buscó agua pero el fuego no tuvo compasión. "Todo se miraba desolado como una película de terror, aún estaba echando humo cuando volví, es algo que solo había visto en películas", recordó.

Esta situación ha obligado a Wilson a improvisar. Desde que salió huyendo para salvar su vida, duerme en los asientos traseros de su camioneta, se estaciona en cualquier estacionamiento público, se acuesta y pone su sombrero en la cara. Cuando hay calor pone el aire acondicionado del auto, y así pasa las noches de insomnio y soledad.
Univision 19 le preguntó, "¿Qué es lo primero que piensas cuando despiertas y recuerdas que ya no estás en su casa sino durmiendo en tu camioneta?". Respondió que piensa que es un sueño, que al despertar que todo volverá a ser como antes, pero segundos después cae en la cuenta que no es así.

Aún en medio de esta situación desafortunada, este migrante hondureño tiene esperanzas de recuperarse y volver a empezar. Tiene 28 años y cree que la vida le está dando una oportunidad. " Se quemó todo pero vamos a volver a empezar de cero otra vez, de las cenizas como el ave Fénix", dijo contundente con una sonrisa y con una seguridad en su mirada.






















