Hasta 40 años de cárcel podría pasar una mujer por vender drogas a estudiantes en Carrollton, Texas

DALLAS, Texas. Magaly Mejía Cano se declaró culpable, luego de ser acusada de formar parte de una red de distribución de drogas en la ciudad de Carrollton, que involucró pastillas de fentanilo. Tres jóvenes murieron tras una racha de sobredosis entre unos 12 menores de edad.

Según la Fiscal Federal del Distrito Norte de Texas, Leigha Simonton, Mejía de 29 años fue acusada en febrero de este año, y hace tan solo unos días admitió su parte en la distribución de fentanilo.

"Vender pastillas de fentanilo a adolescentes es uno de los crímenes más crueles que puede cometer un traficante", comentó Simonton.

La Fiscal Federal agregó que "con la declaración de culpabilidad de Mejía, estamos un paso más cerca de conseguir justicia para los padres que perdieron a sus adolescentes a causa del fentanilo".

La red de narcotráfico en Carrollton involucraba a jóvenes, como clientes y distribuidores

Según los reportes judiciales, tres adolescentes entre los 13 y 17 años murieron debido al consumo de pastillas de fentanilo en Carrollton, entre septiembre del 2022 y febrero del 2023, en la trama en que Mejía formó parte.

Durante la investigación, las autoridades revelaron que al menos ocho jóvenes, entre los 14 y 16 años, y estudiantes de Turner High School, se dedicaban a la distribución de droga, dentro de una red en la que estaba Mejía, además de Luis Eduardo Navarrete y Donovan Jude Andrews, Stephan Paul Brinson, Robert Alexander Gaitan y Rafael Soliz, Jr.

Además de Jason Xavier Villanueva, de 22 años, acusado por las autoridades de ser "una de las principales fuentes de fentanilo" en el norte de Texas, una sustancia 50 veces más poderosa y letal que la heroína.

Mejía afirma que trabajó junto a Navarrete en la distribución de Fentanilo

En la declaración de culpabilidad de Mejía, afirma que Navarrete almacenaba las pastillas de fentanilo cerca de su casa en Carrollton, y eran distribuidas a personas que pasaban por el lugar, "incluida una red de traficantes juveniles que las vendían a otros menores de edad".

Mejía confesó que en al menos tres ocasiones le entregó pastillas de fentanilo directamente a otras personas por instrucciones de Navarrete, incluido un joven de 16 años.

Las pastillas eran de forma redonda y de color azul, con la impresión M-30, por lo que parecía una pastilla corriente, por ejemplo, de Oxycontin o Percocet, pero era en realidad una droga ilícita y mortal, fabricada de forma clandestina.

Apenas 20 miligramos de Fentanilo pueden acabar con la vida de una persona, afirma la DEA

"La declaración de culpabilidad de Mejía es un resultado claro y una advertencia para aquellos que decidan tomar ese mismo camino", comentó el Agente Especial de la DEA en Dallas, Eduardo Chávez.

Magaly Mejía Cano podrá pasar hasta 40 años en una cárcel federal, y puede enfrentar una multa de hasta dos millones de dólares.

"Mi hijo no es una estadística, mi hijo tenía una vida por delante”, declaró Lilia Astudillo, madre de una de las víctimas por sobredosis dentro de esta trama de narcotráfico.

Su hijo, José Pérez, tenía tan solo 14 años, y perdió la vida en enero pasado. “Para mí no ha muerto, aún no lo acepto, para mí está vivo”, concluyó Lilia.

Las autoridades del estado de la estrella solitaria, indican que más de 1,600 tejanos murieron a causa de una sobredosis relacionada con fentanilo durante el 2021.

Signos de una adicción al fentanilo

Los principales signos de adicción, según los Centro para el Control y Prevención de Enfermedades, son:

• Baja presión sanguínea.
• Dificultad para cumplir responsabilidades en el trabajo o en la escuela.
• Vómito.
• Respiración lenta.
• Piel pálida, azulada o fría.

Ante cualquier emergencia por la sobredosis de una sustancia, llama enseguida al 911. Para servicios de tratamiento o recuperación de adicciones puedes llamar al 1 800-662-4357, o al 211, y solicitar ayuda.

Según la DEA, los cárteles mexicanos traen el fentanilo desde China, encubierto como cualquier pastilla, simulando ser un medicamento, y se vende en las calles por unos tres o cinco dólares.

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