Esta semana, la Oficina del Censo reveló que varios condados con el mayor crecimiento numérico estén localizados en el sur y oeste del país, y cuatro condados en Texas sobresalen entre los diez primeros lugares. Entre los más poblados destaca Harris en tercer lugar y Dallas en octavo y entre los de mayor crecimiento numérico están: nuevamente Harris, Collin, Tarrant y Bexar.
El próximo Censo del 2020 tiene variables y también enfrenta algunos obstáculos que podrían repercutir en su conteo final
Antecedentes revelan que los hispanos y afroamericanos son las comunidades que históricamente no han sido contadas en el pasado en su totalidad, lo que repercute en su representación y crecimiento.

Por la área Metropolitana, Dallas, Fort Worth y Arlington registraron el mayor aumento, 1.8 por ciento en el 2018.
El conteo poblacional que se realiza cada diez años a través del Censo incluye a cada persona que vive en los Estados Unidos, sin importar si es ciudadano o es inmigrante. Los residentes son contados en las direcciones donde normalmente duermen y viven.
La Constitución requiere desde 1790, una enumeración actualizada, cada diez años, un proceso que es determinante en la política y representación por una década, de ahí la importancia y trascendencia de que realice en forma precisa y correcta.
Impacta: en el tema electoral, en las elecciones presidenciales, el número de asientos congresionales y los votos de colegios electorales que cada estado obtiene.
Determina el adecuado destino de recursos, fondos federales, estatales y locales en decisiones tan importantes que impactan en la vida de los residentes.
Una forma de asegurar que los estados reciben los fondos que necesitan en servicios elementales como: salud, cuidado infantil, la habilitación de centros de salud y atención para las personas mayores.
En el rediseño de los distritos escolares, construcción de escuelas, autopistas, desarrollo de estudios académicos y del gobierno, fondos para áreas rurales, en la preparación de agencias para casos de emergencia, identificación de personas vulnerables y negocios.
En el comercio, impacta en la apertura de negocios, para la identificación de áreas potenciales, investigaciones y decisiones empresariales.

En marzo del 2018, el Departamento de Comercio anunció que en el Censo del 2020 incluiría por primera vez en 70 años, una pregunta sobre ciudadanía, dirigida a residentes de viviendas sobre si sus miembros son ciudadanos de los Estados Unidos.
18 estados demandaron a este Departamento para prevenir su inclusión.
Sus críticos afirman que afecta a familias inmigrantes, y podría repercutir en la respuesta de minorías, la calidad y precisión del conteo, ante el temor de muchos de que la información pudiera terminar en manos de Ice u otras agencias del Gobierno Federal.
Sin embargo, bajo la ley federal el Buró del Censo no puede compartir respuestas que identifique a individuos con el público u otras agencias, incluidas autoridades migratorias o fuerzas del orden, pero sí puede dar a conocer información del censo anónima, sobre grupos demográficos específicos, a nivel de vecindario.
En el Censo del 2020 se incluirá nueva tecnología y técnicas y métodos para facilitar el proceso. Por primera vez, residentes de viviendas podrán completarlo en línea; pero las formas impresas también estarán disponibles.
Ahora la persona podrá llamar a un número 1-800 para proporcionar la información vía telefónica. Trabajadores del Censo también visitarán domicilios en áreas remotas.