DALLAS, Texas.- Aurimar Iturriago, de 21 años, murió el sábado 29 de octubre, después de que un hombre les disparó a ella y a sus amigos en un posible caso de furia al volante.
“La recibimos viva y la devolvemos muerta”: Otra hispana víctima de furia al volante al norte de Texas
En menos de siete días, dos hispanos fueron asesinados al norte de Texas en lo que las autoridades presumen como casos de “furia al volante”, una venezolana de 21 años es la víctima más reciente.

Poco después de la medianoche, el 911 recibió una llamada sobre un posible tiroteo cerca de 3535 Country Square Drive, al oeste de Trafalgar Square en Carrollton, Texas.
Al llegar al lugar, los agentes encontraron un Nissan blanco con varios disparos y en el asiento de atrás estaba Aurimar gravemente herida.
El conductor les dijo a los oficiales que un hombre en otro auto, un Volkswagen de color negro, los persiguió desde Marsh Lane y Keller Springs Road, y luego les disparó.
Iturriago iba en el asiento trasero, junto a dos personas, pero nadie resultó herido. La joven murió en el sitio.
La policía detuvo al sospechoso Shardrel Damon Webb
Agentes localizaron muy cerca del lugar al sospechoso, se trata se Shardrel Damon Webb de 25 años.
Webb se encuentra detenido en la cárcel del condado de Dallas y las autoridades le fijaron una fianza de $300,000.
El Departamento de la Policia de Carrollton reveló que manejan la investigación como un presunto caso de “furia o coraje tras el volante”.
Iturriago es la segunda hispana que muere por las mismas circunstancias en menos de una semana al norte de Dallas.
César Moreno-Pompa, de familia mexicana, murió mientras manejaba su camioneta en Garland la noche del 23 de octubre.
Notas Relacionadas
Una persona desde otro auto le disparó a César y a uno de sus amigos, después de que presuntamente un auto adelantó al otro, según comentó su hermana a Univision 23.
"Su sueño era comprarle una casa a su mamá": amigos de Aurimar Iturriago
Aurimar llegó a Estados Unidos hace unos cuatro meses desde Villa del Rosario, una pequeña ciudad del estado de Zulia, al oeste de Venezuela.
Como miles de sus compatriotas, la joven formó parte de las caravanas migrantes que atraviesan varios países con el anhelo de llegar a la frontera sur de Estados Unidos, allí pasó dos meses.
"Su sueño era comprarle una casa a su mamá que no tenía", comentaron sus amigos, según reseña la página Utahzolanos.
"Nos preocupaba lo que iba a pensar su familia, la recibimos aquí viva y ahora se la devolvemos muerta, es muy es doloroso", agregan.
A través de un GoFundMe, buscan los fondos necesarios para cremar los restos de la joven y enviarlos a su familia en Venezuela.










