Sale de cárcel mujer condenada por ayudar a matar a su madre y guardar el cadáver en una maleta

Heather Mack, residente de Chicago condenada por ayudar en el asesinato de su madre y guardar el cadáver en una maleta, salió este viernes después de cumplir 7 años en una cárcel de Indonesia.

Video Liberan a mujer condenada de ayudar en asesinato de su madre y guardar el cadáver en una maleta

DENPASAR, Indonesia (AP y Univision).- Heather Mack, residente de Oak Park (Chicago) y condenada por ayudar a matar a su madre en la isla turística de Bali (Indonesia), salió de la cárcel este viernes, después de cumplir 7 años de condena.

Mack tenía casi 19 años y estabana embarazada de pocas semana, cuando en agosto de 2014 encontraron el cuerpo de su madre, Sheila von Wiese-Mack.

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Los restos de Wiese-Mack, residente de Chicago, fueron hallados dentro de una maleta, encontrada en la cajuela de un taxi, estacionado en el exclusivo hotel St. Regis Bali Resort.

La joven y el que fuera su novio de entonces, Tommy Schaefer, de 21 años, fueron arrestados un día después, a unas 6 millas de dicho hotel.

La policía dijo que la cámara de seguridad del hotel mostró que la pareja había discutido con la madre de Mack en el vestíbulo del hotel poco antes del asesinato, que supuestamente tuvo lugar dentro de una habitación. Schaefer fue sentenciado a 18 años de prisión.

A Heather Mack y Tommy Shchaefer se les acusó de homicidio premeditado.
A Heather Mack y Tommy Shchaefer se les acusó de homicidio premeditado.
Imagen SONNY TUMBELAKA/AFP via Getty Images

Poco antes de que fueran condenados, Mack tuvo a su hija, Stella Shaefer, y durante sus primeros dos años de vida, vivió con su madre en la celda, en la prisión de mujeres de Kerobokan, en Denpasar (capital provincial de Bali). Después, Heather le dio la custodia a una mujer australiana.

Mack y su madre tenían una relación problemática, y los funcionarios confirmaron que la policía había sido llamada a la casa de la familia en Oak Park decenas de veces.

En 2016, Robert Bibbs, primo de Schaefer, se declaró culpable de ayudar a planificar el asesinato a cambio de 50,000 dólares que se esperaba que heredara Mack, y fue sentenciado al año siguiente a nueve años de prisión.

Mack, que ahora tiene 26 años, fue escoltada a través de un grupo de periodistas fuera de la prisión hasta un automóvil que la llevó a una oficina de inmigración cerca del aeropuerto internacional de Bali el viernes por la mañana.

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Con mascarilla, gafas de sol y un chaleco naranja de inmigración, no hizo ningún comentario a los periodistas excepto decir: "¡Dios mío ... están locos!", desde detrás de la ventanilla del coche.

Se vio a algunos amigos de Mack dándole la bienvenida fuera de la prisión, incluido Oshar Putu Melody Suartama, una mujer australiana casada con un hombre balinés, que ha estado criando a Stella.

La sentencia de Mack se acortó en un total de 34 meses debido a las reducciones que a menudo se otorgan a los presos con buena conducta, incluida una remisión de seis meses de la sentencia otorgada durante el Día de la Independencia de Indonesia en agosto, dijo Lili, la jefa de la prisión, que tiene un solo nombre.

Según cuenta Lili, Mack también se involucró en actividades organizadas por oficiales penitenciarios, como desfiles de moda con diseños de presos y enseñar a bailar.

La jefa de la prisión cuenta que Mack estaba un poco conmocionada, triste y asustada cuando estaba a punto de irse, "pero todos la animamos y le aseguramos que todo estaría bien".

"Heather solía decir que la prisión le ha cambiado mucho la vida, ama a Indonesia y a la gente que la ha rodeado durante todos estos años", dijo Lili. "Nos echará mucho de menos y nosotros también".

Mack tendrá que quedarse unos días en el Centro de Detención de Inmigración mientras espera que los boletos de avión y los documentos de viaje estén listos, dijo Amrizal, jefe de la oficina de inmigración de Bali del Ministerio de Derecho y Derechos Humanos.

Heather Mack con su hija, esperando el veredicto en abril de 2015.
Heather Mack con su hija, esperando el veredicto en abril de 2015.
Imagen Agung Parameswara/Getty Images

Amrizal, que como muchos indonesios usa solo un nombre, dijo que su oficina estaba coordinando con el consulado de Estados Unidos en Bali la repatriación de la madre y la niña.

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Mack no ha visto a su hija durante unos 20 meses porque las autoridades detuvieron las visitas a la prisión durante la pandemia de coronavirus, pero la ley de Indonesia permite que se reúnan ahora que Mack ha sido liberada. Su abogado, Yulius Benyamin Seran, dijo anteriormente que Mack había pedido que la niña se quedara con su familia adoptiva para evitar la atención de los medios.

Sin embargo, Amrizal dijo que las regulaciones de Indonesia no lo permitirían. "Los menores deben estar acompañados de sus madres cuando sus madres son deportadas, no hay una política que permita que una madre deje aquí a su hijo menor de edad".

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