Residentes de Pilsen cuentan qué están haciendo para sentirse más seguros en el barrio

Por Adriana Cardona

CHICAGO, Illinois. Pilsen es una comunidad famosa por su tradicional arte mexicano, su buena comida y por sus organizaciones comunitarias.

En este colorido barrio es difícil no toparse con los creativos murales, disfrutar de un rico café en las cafeterías locales y admirar la puesta del sol desde la calle 18 mientras que el olor de carne asada de los restaurantes se mezcla con el aroma de ropa limpia que sale de las lavanderías.

Pero cuando se trata de seguridad pública, la comunidad ha experimentado sus altas y sus bajas. Es por eso que Univision Chicago se dio a la tarea de preguntarle a los residentes si se sienten seguros en el vecindario.

“No. Hay mucha inseguridad. Muchos temen porque hay negocios que han sido robados a la vuelta de la esquina y si les pasó a ellos, nos puede pasar a nosotros”, dice Ana Barrera, gerente de las Tres Campanitas, negocio de paletas y helados.

“Es muy seguro, muchas familias alrededor, obviamente hay violencia de pandillas… y está muy contenido, pero puedes estar en el lugar equivocado a la hora equivocada”, dijo Mike Weldon, residente del área.

Pilsen no es ni el barrio más seguro, pero tampoco es el más peligroso de la ciudad. En los últimos 14 años, el crimen ha bajado, sin embargo el año pasado, la comunidad tuvo 10 homicidios y casi 600 crímenes relacionados con robos.

En septiembre pasado, David Pintor, residente del área dijo sentirse asombrado después de enterarse de que, en septiembre pasado, un hombre prendió fuego a seis propiedades.

“Cuando pienso en la violencia en Pilsen, pienso en todos estos incendios que sucedieron, y estos no fueron causados por un pandillero. Estos incendios no fueron causados por alguien del barrio. Fueron causados por un hombre loco blanco, ¿verdad?”

La comunidad también ha sido afectada por las pandillas locales que establecieron su presencia en diferentes partes de la comunidad.

Pero, ¿quién es responsable del crimen en Pilsen? Es difícil decirlo. Los datos de la policía no siempre son claros o están al día referente a quienes son los responsables detrás de cada crimen. Lo que sí sabemos es que Pilsen está lleno de residentes que están trabajando duro para hacer que la comunidad sea cada vez más segura.

Sandy Chávez es una de ellas. Ella ha vivido en Pilsen toda su vida y sabe que tan peligrosa se puede poner su cuadra.

“Acabamos de tener tres tiroteos en la calle Morgan la última semana. Gracias a Dios nadie resultó herido”, dice Chávez.

Pero eso no la detiene de promover seguridad en la comunidad. Ella ayuda a organizar fiestas comunitarias, torneos de basquetbol, y mantiene una estrecha comunicación telefónica con los vecinos y se avisan en caso de que escuchen tiroteos.

“Yo inmediatamente llamó al 911 y me comunicó con todos en mi cuadra… (les pido) que llamen al 911. Entre más llamadas se hagan, más seria la llamada será tomada”, cuenta Chávez.

Otro residente es Pablo Serrano, un artista y DJ de karaoke que creció cerca de Dvorak Park. Él está organizando el Grupo Cívico de Pilsen, una iniciativa que conecta residentes de Pilsen de todas las esquinas del vecindario por medio de eventos sociales.

Él también ha organizado murales para involucrar jóvenes locales en iniciativas positivas. Uno de ellos es el mural en la Cullerton con Carpenter, un tributo al hijo de su amigo quien fue baleado a muerte el día después de que cumplió 19 años.

“Espero que sea un esfuerzo comunitario para reunir a la gente, para sintetizar algunos de los retos a los que nos enfrentamos y que se destacan cuando experimentamos tragedias como esta”.

La mayoría de los residentes entrevistados dicen que más que traer a más policía, Pilsen necesita más recursos, empleo y oportunidades para que sus residentes se puedan quedar en la comunidad.

Y en general, ellos están de acuerdo con una cosa, ya sea que estés en Pilsen para quedarte o si solo estás de pasada, todos los residentes deben de unirse, respetar su comunidad y conocerse los unos a los otros.

“El silencio es fatal para nuestro espíritu comunitario”, dice Serrano. “Si hacemos barbacoas, si organizamos fiestas de barrio, festivales, podríamos comenzar a ver lo mejor de cada uno y empezar a construir. Creo que es la respuesta definitiva a un clima de miedo que nos mantiene paralizados para hacer algo significativo en respuesta a los desafíos que enfrentamos con la seguridad pública”.

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